jueves, abril 28, 2022

 "Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha"

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 28 de Abril del 2022

Con el Evangelio de hoy concluye el diálogo de Jesús con Nicodemo donde El deja claro que ha venido del cielo; es el enviado de Dios; nos trae sus palabras, que son verdadera sabiduría y las que dan sentido a la vida. Esta es, la mejor prueba del amor que Dios tiene a su Hijo y a nosotros. Es por ello que, el que acoge a Jesús y su palabra es el que acierta: tendrá la vida eterna que Dios le está ofreciendo a través de su Hijo. El que no la quiera aceptar, él mismo se excluye de la vida.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 3, 31-36, es continuación del diálogo que viene sosteniendo Jesús con Nicodemo acerca de cómo se alcanza la vida eterna.

Jesús le dice: "El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo, da testimonio de lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera de Dios permanece sobre el" Jn 3, 31-36.

Con sus Palabras, Jesús invita a Nicodemo a dejar de ser un hombre que solo vive pensando en las satisfacciones que le brinda el mundo y viva con entereza y entrega incondicional las cosas de Dios; y le dice que para alcanzar el Reino de Dios es necesario esforzarse y tener la decisión firme de recomponer su vida e iniciar una vida nueva, abandonando con decisiones firmes las cosas superfluas que ofrece el mundo.

Hermanos: La vida eterna que nos ofrece Jesús comienza desde ya. Si, desde ese mismo momento en que participamos de la Resurrección de Cristo.

S.S. el Papa Francisco en una homilía del 30 de noviembre del 2015 dijo a la feligresía: "La vida eterna no es una ilusión, no es una fuga del mundo, sino una poderosa realidad que nos llama y compromete a perseverar en la fe y en el amor"

Preguntémonos: ¿Cómo alcanzamos la vida eterna? Yo creería que la respuesta es: Seguir perseverando con Fe hasta el final. ¿Qué dicen ustedes?

Señor Jesús, que tengamos siempre presente que las palabras dichas en tu nombre son siempre palabras de amor. ¡Haznos testigo de tus palabras!

 
posted by Laureano García Muentes at 5:31 a.m. | Permalink |


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