domingo, abril 24, 2022

"Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia"...Salmo 118.

REFLEXION AL VANGELIO DE HOY

Domingo 24 de Abril del 2022

Las llagas de Jesús son un escándalo para la fe, pero son también la comprobación de ella. Por eso, en el cuerpo de Cristo resucitado las llagas no desaparecen, permanecen, porque son el signo permanente del amor de Dios por nosotros, y son indispensables para creer en Dios. No para creer que Dios existe, sino para creer que Dios es amor, misericordia, fidelidad. Jesús nos invita a mirar sus llagas, nos invita a tocarlas, como a Tomás, para sanar nuestra incredulidad.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 20, 19-31 dice así: Él, llegó y se colocó en medio y les dijo: "La paz esté con ustedes" Después de decir esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron al ver al Señor.  Jesús repitió: "La paz esté con ustedes". Como el Padre me envió, así  yo los envío a ustedes"  Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados les quedarán perdonados; a quienes se los retengan les quedarán retenidos" Jn 20, 19-23.

Hermanos: Como lo leemos en el texto, los discípulos estaban llenos de miedo y temían a los ejecutores del asesinato de Jesús porque pensaban que a ellos les podría ocurrir lo mismo. Si, estaban paralizados y solo estaban pensando que al salir, podrían encontrar en el pueblo el rechazo.

 Jesús toma la iniciativa y llega a rescatar el ánimo de sus amigos. "Entra en la casa y se pone en medio de ellos les habla y les da confianza y el miedo pasa y retorna la paz".

Jesús conoce nuestras fragilidades y sabe que en medio del desánimo y del desaliento, para salir de ella, se requiere su aliento, su fuerza huracanada que los impulse a despertar y salir.

Su Espíritu Santo sobre nosotros sus seguidores, nos da la fuerzas para cumplir la misión que Él nos legó. 

Estamos pues invitados a abrir las puertas de nuestros corazones y con la firmeza de nuestra Fe, romper los esquemas que nos pretenden encerrar. 

Te pedimos Señor que nos concedas la gracia de ser dignos de la bienaventuranza: "Dichosos los que crean sin haber visto" Con la fe, nuestra vida será inmensamente dichosa, serena, sencilla y feliz. ¡Con Cristo resucitado!
 
posted by Laureano García Muentes at 5:03 a.m. | Permalink |


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