"Que se alegren los que buscan al Señor"...Salmo 104.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
El Evangelio de hoy tomado de Lc 24, 13-35, nos relata el pasaje del encuentro de Jesús Resucitado con dos discípulos en el camino hacia Emaús. Estos, volvían a su casa y actividades de rutina después que vieron que las esperanzas que habían puesto en Jesús, se habían derrumbado una vez Él fue crucificado.
Dice el texto del Evangelio, que: Emaús distaba de Jerusalén unos diez kilómetros. Ellos de camino conversaban sobre lo que había sucedido. Jesús en persona los alcanzó y se puso a caminar con ellos. Pero ellos tenían los ojos incapacitados para reconocerle...…..
Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le forzaron diciéndole: "Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado" Y entró a quedarse con ellos. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado.
Se dijeron uno a otro: "¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?" Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían: "¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!" Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan. Lc 24, 13-35.
Hermanos, hoy tenemos una gran oportunidad para reflexionar a cerca de nuestra Fe. Preguntémonos: ¿Qué sentimientos albergo en mi corazón para reconocer a Jesús como el Resucitado? ¿Quién es Él para mí? ¿He sentido alguna vez a Jesús caminando conmigo en medio de los problemas? ¿Cómo me doy cuenta de que está ahí, conmigo?. Muchas otras preguntas podremos realizar con una profunda devoción y de ellas concluir nuestro nuevo plan de vida para con Dios.
Recordemos que Jesús no quiere limitar nuestra libertad y por tanto, sintámonos libres para aceptar que nos tome de la mano. Él está siempre dispuesto a ayudarnos y apoyar nuestros proyectos de vida.