lunes, abril 11, 2022

"El Señor es mi luz y mi salvación"...Salmo 27.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 11 de Abril del 2022

La cena de Betania es preludio de la última cena. Según la mentalidad de aquel tiempo, la comida,  consumida juntos, reviste un carácter sagrado, pues indica comunión de vida y acción de gracias por la misma vida. El gesto “despilfarrador” de María se convierte en todo un símbolo de un estilo de seguimiento de Jesús, muestra de una capacidad de donación sin límites. En contra, la tacañería y la mezquindad de Judas (el símbolo contrapuesto).

El Evangelio de hoy tomado de Jn 12, 1-11, nos dice que: Faltando seis días para la celebración de la Pascua judía Jesús subió a Betania y estando allí, se dirigió a la casa de Lázaro, al que había  resucitado de entre los muertos y le ofrecieron un banquete. María hermana de Lázaro servía y Lázaro era uno de los comensales. María tomó en sus manos una libra de perfume de nardo puro, muy costoso, ungió con él los pies de Jesús y se los enjugó con sus cabellos. La casa se llenó del olor del perfume. Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo iba a entregar, dijo: "Por qué no han vendido ese perfume en trescientas monedas para repartirla a los pobres?" y Jesús le contestó: "Deja que lo guarde para el día de mi sepultura. A los pobres los tendrán siempre entre ustedes, pero a mi no siempre me tendrán". Jn 12, 1-9.

Dice el Evangelista  San Lucas cuando habla de este mismo relato (7, 38-44-46): Una actitud que asombró a los presentes de esa cena quienes se mostraron escandalizados, pues María le estaba demostrando a Jesús su gran admiración y cuanto amor sentía por Él.

Jesús había resucitado a Lázaro hermano de María y ahora está mujer, le unge sus pies con un perfume caro. Surge la mezquindad, la superficialidad y la maldad; y eso, queda manifiesta en la actitud que toma Judas. Él no fue capaz de abrirse al amor.

Hermanos, cuantos de nosotros nos sentimos igual que Judas, incapaces de reconocer y agradecer lo que Jesús realiza a cada momento por nosotros.

¿Con qué podremos ungirle los pies a Jesús? ¿Qué aroma reflejo a diario en mi familia, en mi comunidad? 

Jesús, durante esta Semana Santa, te seguiremos con la lectura y meditación del Evangelio de cada día; así aprenderemos en tu Escuela a vivir en fidelidad.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:20 a.m. | Permalink |


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