jueves, abril 07, 2022

"El Señor se acuerda de su alianza eternamente "...Salmo 105.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 7 de Abril del 2022

Jesús es el portador de esa Buena Nueva: sus palabras y sus acciones ofrecen a cuantos le aceptan y creen en Él, ese don definitivo de Dios. Desde esa experiencia arranca la nueva realidad. De nuevo, somos invitados a abrirnos a esta oferta, gratuita y llena de amor, que Dios nos ofrece en Jesús. 

Podemos ver en el Evangelio de hoy, tomado de Jn 8, 51-59 que Jesús sigue siendo sometido a una serie de interrogatorios por parte de los dirigentes religiosos judíos, no para entender lo que vine predicando, sino para descalificarlo ante la gente, pues su formación e ideas están acentuada en sus corazones y son muy difíciles de extirpar.

Jesús no responde a sus preguntas de manera directa sino que busca hacerles ver lo que de verdad está escrito en la ley y ello les confunde mucho más y piensan que se está burlando de ellos. Es por ello su reacción:  Querer apedrearlo porque está endemoniado.

Entonces Jesús les hace una promesa: La de no morir para siempre pues la vida vencerá la muerte y ellos le dijeron: "Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. …..``Después de hacerle  múltiples preguntas El les respondió: *"En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy" Jn 8, 58.

Las Palabras de Jesús les causa irritación porque  conocía muy bien que estaban cómodos en sus tradiciones  y tenían sus mentes cerradas y no había espacio para la acogida del mensaje de la Buena Nueva. Eran tercos e idólatras de su propio pensar.

Hermanos: Jesús nos dice otra vez: "¡Yo Soy!" y con esa palabra nos invita a reconocerlo como el Hijo de Dios. Como el Señor de todos, que es Amor y Misericordia. 

Estamos pues invitados a darle el verdadero sentido a nuestras vidas y a vivir con  autenticidad la vocación al amor y al servicio hacia los demás. Esta última, de manera especial por los más pobres y necesitados de la verdadera justicia. 

Señor, que seas siempre nuestra esperanza, que nuestros oídos se abran a escucharte, nuestro corazón a recibirte, nuestra voluntad a obedecerte.
Señor, oro porque nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración estén seguros que eres su único Rey, Señor y Salvador; oro porque estén convencidos que nadie puede hacerles daño, que nadie puede penetrar en la fortaleza de Dios sin que él lo permita y sin que tenga un propósito; que crean siempre en Jesús y su Palabra.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:05 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>