"Te ensalzaré, Señor, porque me has librado"...Salmo 30.

Lunes 28 de Marzo del 2022

Hoy el Evangelio nos muestra a Jesús como la Palabra de vida; por eso, su presencia es nueva realidad, es portadora de salud y de bienestar. Si bien, Jesús huye de una popularidad “fácil” basada en lo prodigioso, en lo mágico. Aceptar que su presencia es salvadora, requiere la fe, como en el relato del evangelio de hoy. 

El Evangelio de hoy tomado de Jn 4, 43-54 es muy significativo para todos nosotros. Jesús nos ofrece una clave para convertirnos en los discípulos efectivos para este mundo de hoy. 

Dice el Evangelio que Jesús vuelve a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino, y allí, un funcionario real que tenía a su hijo enfermo en Cafarnaún al oír que Jesús había llegado a Galilea, fue a visitarlo y le suplicaba que bajase a sanar a su hijo moribundo. Jesús, le dijo: "Si no ven signos y prodigios, ustedes no creen", y el funcionario real le reclama: "Señor, baja antes de que muera mi muchacho"; y Jesús le dijo: "Regresa tranquilo, que tu hijo sigue vivo". El hombre creyó lo que decía Jesús y se puso en camino. Juan 4, 46-50.

En la narrativa del texto podemos apreciar que Jesús quiere liberar de toda esclavitud a la humanidad perdonándoles todas las faltas cometidas, pero con una condición única: La Fe.

Cuantos nos sentimos limitados en la Fe y no nos atrevemos a decirle a Jesús que nos transforme la vida, pero...eso si, queremos que escuche nuestros clamores mediante las oraciones para que sean resueltas nuestras dificultades del momento. 

Hermanos, tú y yo somos Palabras de vida y para mantenernos firmes en medio de todas las circunstancias debemos procurar ser hombre como Jesús que fue y es una persona coherente y que da credibilidad.

Preguntémonos: ¿Qué signos estoy mostrándole al mundo sobre lo que es mi vida?