domingo, abril 03, 2022

"El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres"...Salmo 126.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 3 de Abril del 2022

Jesús le pide a todos aquellos señores con vocación de jueces que dejen de acusar, que no miren a los demás siempre desde arriba, que se pongan al nivel de todo el mundo, que traten de experimentar de algún modo la debilidad de los demás, y que recuerden sus propias incoherencias y pecados; por eso ante estos señores «tan altos», tan prepotentes, tan intransigentes, tan subidos en su verdad y en su cátedra, Jesús se baja, se echa al suelo, donde está tirada la mujer. Sólo desde donde ella está  se puede hacer un juicio justo.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 8, 1-11, nos relata la escena de una mujer que fue presentada a Jesús por parte de unos Letrados  y Fariseos quienes exaltados querían enredarle y le decían: "Maestro, esta mujer fue sorprendida en adulterio. La ley de Moisés ordena que mujeres como estas sean apedreadas; tu, ¿Qué dices?" Jesús se agachó y con el dedo se puso a escribir en el suelo. Ellos, insistían en sus preguntas, y les dijo: "El que tenga pecado, tire la primera piedra" De nuevo se agachó y siguió escribiendo en el suelo. Al oír estas palabras, todos se fueron retirando uno a uno comenzando por los ancianos. Entonces le dijo a la mujer: "Donde están tus acusadores? ¿Nadie te a condenado?" y ella respondió: "Nadie, Señor" y le dijo: "Yo tampoco te condeno. Vete y en adelante no peques más". Jn 8, 1-11.

¡Jesús perdona! Y en esa acción hay algo muy importante : No condenar  sino sentir la Misericordia hacia los más necesitados. 

Hoy Jesús sale al frente de nosotros y  nos propone algo:¡Comenzar de nuevo!. 

Hermanos, pensemos por un momento en esas faltas que menos toleramos, como el enojo hacia un hermano. Quizás este nace o tiene su origen en nosotros mismos. Preguntémonos: ¿Quién soy yo para condenar? Sintamos también ese gran desafío que nos enseña Jesús: Cambiar nuestras actitudes con humildad y no ser autosuficientes o arrogantes ante los demás sino hombres y mujeres  misericordiosos. Que este sea nuestro propósito en este tiempo de la Cuaresma. 

Señor, gracias por este Evangelio que nos confirma tu actitud ante el pecado, hoy esas palabras con la cual nos exhorta SS Benedicto XVI: «no te interesa las caídas sino las levantadas», te decimos aquí estamos, arrepentidos de todo lo bueno que hemos dejado de hacer, confiamos en tu misericordia, te queremos y deseamos amarte con un corazón más puro y lleno de tus gracias.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:26 a.m. | Permalink |


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