"Mi boca contará tu salvación, Señor"... Salmo 71

Martes 12 de Abril del 2022

La infinita delicadeza de Jesús, que, mientras señala a Judas el traidor, le ofrece un bocado de pan untado, signo de honor y deferencia, última provocación del amor. Pero como Judas rechaza definitivamente responder al amor de Jesús, la suerte del Nazareno está echada, y no tolera demora . Por lo demás, una vez tomado el bocado de la amistad y rechazando al Amigo, Judas no puede estar en el círculo de los amigos: “Salió inmediatamente. Era de noche”. La noche de la mentira, del odio que relega en la soledad, en el reino de Satanás. 

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 13, 21-33. 36-38, Jesús les dice a sus discípulos: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará" Los discípulos se miraron unos a otros sin saber por quién lo decía. Uno de ellos, el más amigo de Jesús, estaba reclinado a su derecha. Simón Pedro le  hizo un gesto y sin comprender lo que Jesús le dice: "Averigua a quien se refiere". El se inclinó hacia el costado de Jesús, le dijo: " Señor, ¿Quién es?" Y Jesús le respondió: *"Aquel a quien  le de un trozo de pan remojado". Remojó el pan, lo  tomó y se lo dio a Judas Iscariote. Jn 13, 21-26

Miremos las actitudes de tres de sus discípulos: Simón Pedro muestra incomprensión ante lo que les dice Jesús, Judas se distancia de su Maestro  y se deja llevar de sus ambiciones, y el discípulo amado muestra confianza y familiaridad con Jesús y ello, le permite dialogar con Él. Pero veamos a los demás, no se atrevieron siquiera a preguntar lo que sucedía.

Hermanos, estas dudas y  confusiones suscitan aún en cada uno de nosotros y nos hacemos muchos cuestionamientos sobre la manera del como debemos vivir nuestra Identidad vocacional y el seguimiento a Jesús. Detengamos unos momentos nuestro caminar diario y pensemos sobre esas decisiones que venimos tomando y del camino en que hemos estado avanzando para seguir con fidelidad a Jesús. 

Dios es Misericordia y nos ofrece el cambio de esa dirección por la que vamos, Él quiere que nos despertemos y nos reencontremos con nuestra propia libertad.

Que esta Semana Santa sea una ocasión propicia de mirarnos nosotros a los pies de la cruz de Cristo y recibiremos el perdón y un vivir en plena libertad. 

Jesús, ya sabes que somos débiles y no siempre te somos fieles, pero nunca permitas que te traicionemos como lo hizo Judas.