"Señor, que me escuché tu gran bondad el día de tu favor"...Salmo 69.

Miércoles 13 de Abril del 2022

Jesús  nos ha convocado y quiere lavarnos los pies; mostrarnos todo el amor que nos tiene, quiere que descubramos la primacía del servicio y del valor infinito de la entrega voluntaria; El quiere convencernos de que confiar en el Padre es la mejor decisión que podemos tomar. Aquí estamos, dispuestos a vivir intensamente esta nueva oportunidad. 

Ayer martes veíamos que el Evangelista San Juan nos narraba la declaración hecha por Jesús a sus discípulos: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará" anunciándoles que Judas lo traicionaría.

Hoy es Mateo en el Cap.26, 14-25 reafirma esa misma confesión de Jesús como también, los acontecimientos ocurridos con la perversidad traidora de Judas quien fue a ver a los sumos sacerdotes para afirmarles su decisión de entregar a su Maestro, y les dijo: "¿Cuánto me darán si se los entregó?"

Como lo vemos, fue como si fuese un trato comercial. Judas pidió que le retribuyeran de alguna manera la entrega. Y transaron hacerla por :"Treinta monedas de plata", quedando así planeada la forma y momento para actuar.

Por otro lado, dice el texto del Evangelio, que siendo ya el primer día de los Ázimos los discípulos se le acercaron a Jesús y le preguntaron:  Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?. Él contestó: "ld a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos." Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: "Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar". Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: "¿Soy yo acaso, Señor?" Él respondió: "El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido" Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: "¿Soy yo acaso, Maestro?" Él respondió: "Tú lo has dicho." Mt 26, 16-25

Judas estaba muy equivocado en su pensamiento de seguidor a Jesús puesto que quería a un Mesías que triunfara y afianzara una revolución contra el régimen Romano, pero, se sentía decepcionado de esas expectativas. Tenia una conciencia deformada.

Hoy víspera de los días Santos, tomemos unos momentos para mirar nuestra vida para descubrir nuestras faltas y malas actuaciones en contra de nuestros hermanos cercanos, como también, para descubrir esa envidia que corroe nuestros corazones y que justificamos con nuestros egoísmos y cobardías.

Pidámosle a Jesús que nos ayude a liberarnos de todos los males y tomemos en nuestras manos su luz que nos ayude a manifestar su amor incondicional a los que están a nuestro alrededor. 

Jesús, deja que estemos contigo. Ayúdanos a comprender hasta dónde puede llegar tu amor. Tu te entregaras por todos nosotros para que así, alcancemos la libertad.