lunes, abril 18, 2022

 ¡Alégrense, el Señor Jesús, ha Resucitado!

"Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti"...Salmo 16.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 18 de Abril del 2022

La función de María Magdalena no sólo en ir a anunciar la resurrección de Jesús, sino en ser discípula fiel. Una identidad que ella va adquiriendo conforme va conviviendo y acercándose ala comunidad de discípulos. Ella se mantuvo todo el tiempo vigilante y continuó siempre adelante a pesar del miedo y de las dificultades, pues hasta los discípulos más fieles sintieron temor ante la tarea asignada: llevar no sólo el testimonio de la resurrección de Jesús, sino también el testimonio encamado con su ejemplo y vida cotidiana. 

El Evangelio de hoy tomado de Mt 28, 8-15 nos relata el acontecimiento de la aparición de Jesús a las mujeres que habían ido al sepulcro. 

Dice el texto del Evangelio, que, ellas, se alejaron rápidamente del sepulcro llenas de miedo y desbordadas de alegría con la intuición de que algo grandioso había sucedido a fin de darle la noticia a los discípulos. 

Jesús les salió al encuentro y les dice: "¡Alégrense!" ellas se acercaron, se abrazaron a sus pies y se postraron ante Él. Jesús les dijo: "¡No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, donde me verán!" Mt 28, 8-10.

Nos salta unas preguntas: ¿Por qué Jesús invita a sus discípulos volver a Galilea para verlo?, ¿Qué sentido encierra esta invitación para cada uno de nosotros hoy?

Recordemos que Jesús inició su viva pública en la orilla del mar de Galilea y allí, sus amigos predilectos escucharon por primera vez su llamado para iniciar su proyecto humanizador.

Hermanos, si regresamos a las orillas de nuestro mar, allí, donde sentimos por primera vez el llamado de Jesús a seguirle, tendremos una experiencia extraordinaria porque podremos repasar cada uno de los pasos que dimos para lograr ser, lo que hoy somos.

Sigamos pues viviendo la alegría de la Pascua de Jesús con fuerza y valentía. Ella ha de ser una fuerza estremecedora para nuestra vida. 

Mi Dios y Señor, saber que vives, que estás cerca de nosotros, que venciste la muerte para darnos la eternidad nos llenan de alegría, gozo, de esperanza. Verte mi Señor actuar en nuestra vida, en nuestra familia, hoy, mañana y siempre; verte en la naturaleza, en el hermano, en todo lo que nos rodea; verte en cada amanecer en que nos sorprendes con el milagro de la vida.¡ Gracias Señor!

 
posted by Laureano García Muentes at 5:15 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>