domingo, abril 17, 2022

 "Este es el día en que actuó  el Señor: Sea nuestra alegría  y nuestro gozo" Salmo 118.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 17 de Abril del 2022

Al compás de la liturgia de esta Semana Santa hemos ido comprendiendo su significado: nos parecía escuchar algo así como la melodía de la vida cristiana de los tres días: la melodía de la tristeza del Viernes Santo, de la desolación y soledad del Sábado Santo y, finalmente, el Aleluya de la Pascua. Pero no se trata de una mera secuencia ritual. Hay que cambiar el paradigma: ¡lo último es lo primero! ¡Es la explicación de todo! El Aleluya es “el cántico nuevo” y definitivo. Las “melodías tristes”… son lo previo.

¡ HA RESUCITADO EL SEÑOR!

Que este magno acontecimiento sea nuestra constante motivación para vivir cada día. Cristo Resucitado sea nuestra Luz y que Él guie cada día  nuestro caminar sin que exista el temor y la  vacilación.

¡FELICES PASCUAS PARA TODOS!

El texto del Evangelio de hoy tomado de Jn 20, 1-9 nos narra la tan grande experiencia de la Resurrección de Jesús. Un sello indeleble que da firmeza a la identidad de nuestra Fe, como sus discípulos seguidores.

Dice el texto que: El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. Jn 20, 1-9.

¡Jesús ha vencido la muerte y su Espíritu Santo sigue presente en medio de nosotros!

Este Evangelio nos hace ver como los discípulos llegan a  la convicción de la verdad de las Palabras de Jesús, que manifestaba anticipadamente su Resurrección.

Cada día de la vida están llenos de signos que ayudan a superar los grandes esfuerzos de cargar la cruz. Hoy es Jesús quien nos dice, nos sitúa en su camino y nos invita a identificarnos con Él para  que superemos los miedos y empecemos a reaccionar con ayuda de la Fe, la Confianza y la Esperanza para ser testigos de la Resurrección; y así demostrar con nuestra vida práctica que no somos seres para la muerte sino buena noticia para la humanidad: ¡Jesús crucificado que mataron en una cruz, ahora vive en cada uno de nosotros y más en lo profundo de la Eucaristía!

La esperanza activa de los cristianos solo se mantiene y se vuelve auténticamente eficaz si entramos en ese mundo “demasiado nuevo”, el mundo de la nueva conciencia pascual, el mundo de la innovación que viene como un Tsunami de gracia y que nada ni nadie podrá frenar.

¡Felices Pascuas de Resurrección!.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:48 a.m. | Permalink |


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