sábado, marzo 12, 2022

"Dichoso el que camina en la voluntad del Señor "...Salmo 119.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jesús pide una caridad sin restricciones, una oración que abarque a todos, también a los que nos hacen sufrir. ¿Cómo puede exigir tanto? El fundamento es el amor gratuito e incondicionado que nosotros recibimos de un Dios que es Padre y quiere de nosotros unos hijos semejantes a él en el obrar el bien y en procurar el gozo a los demás.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 5, 43-48, Jesús invita a sus discípulos  a "ser perfectos como el Padre Celestial  es perfecto", y con ello les quiere decir, que el cambio de vida que experimentan, no puede ser superficial porque este nace de la nueva experiencia de vida que se tiene a través  de Dios, quien es un Padre bondadoso y generoso, que acoge con ternura a todos los hombres por igual y no muestra odio ni venganza hacia los que le ofenden y se desvían de su voluntad. 

Jesús direcciona a sus discípulos hacia ese sentido, así como Dios ama sin límites y sin fronteras, y es ese el camino en el cual nos comprometemos  al jurar una profunda fidelidad a Él. 

Y miren, un discípulo de Jesús se define por el amar profundamente a Dios y al prójimo como se ama a si mismo; y ese amor, no es cuestión de momentos, sino que es el camino que se debe seguir hasta el final y si es posible hasta asumiendo las últimas consecuencias.

Hermanos, la tarea que nos propone Jesús podemos considerarla difícil, pero ella solo se logra si tenemos una absoluta confianza en Dios.

Jesús, te agradecemos que nos propongas amar como tú lo hiciste; en la cruz. Con tus palabras de perdón, nos enseñas cómo deberíamos amar.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:13 a.m. | Permalink |


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