domingo, marzo 06, 2022

Quédate conmigo, Señor, en mi angustia"*…Salmo 91.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 6 de Marzo del 2022

Nuestra vida está en constante juego entre el cansancio y el entusiasmo, entre el ser tentados y ser consolados; todo esto es parte de nuestra vida. El mismo Cristo experimentó estos cambios que nos sacan de nuestros esquemas. Lo importante es custodiar un deseo, un deseo profundo que guíe nuestras elecciones de vida y nuestro caminar.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 4, 1-13, nos narra *las Tentaciones que tuvo Jesús en el desierto* después que Juan Bautista le bautizó.

Nos dice el texto que: *"Jesús, lleno del Espíritu Santo volvió del Jordán y durante cuarenta días, se dejó llevar por el Espíritu Santo por el desierto donde permaneció, siendo tentado por el Diablo"* Lc 4, 1-2.

Fueron evidentes las tentaciones que el Demonio le hizo a Jesús y donde Él, luchó con firmeza contra el tentador hasta su muerte en la cruz; y ellas, fueron consecuencia de la opción de hacer realidad la Misión que le fue encomendada por  el Padre.

En esas tres tentaciones que nos cita el Evangelio de hoy, Jesús se antepone a los criterios humanos y coloca el criterio auténtico: *La obediencia y el estar conforme a la voluntad de Dios* , ya que con esas bases, pudo rechazar todo tipo de engaño propuesto por el tentador. 

Hermanos, este Evangelio de hoy nos direcciona hacia la forma como hemos de vivir este tiempo de la Cuaresma,  porque nos muestra la realidad que se vive cuando de verdad realizamos esta gran preparación: *Un tiempo de lucha espiritual contra el espíritu del mal

Dejémonos interpelar por el Señor para responderle con sinceridad ante los riesgos que  habitan en el mundo y que jalonan nuestras vidas.

Tomemos como punto de partida su Palabra para alimentar nuestro espíritu luchador, para con ella, como espada de doble filo sea prenda de garantía para librarnos de los ídolos que nos esclavizan. 

Señor, en este período de Cuaresma danos la gracia de poder alcanzar la conversión de nuestros corazones para que día tras día podamos amar como Tú lo haces.

 
posted by Laureano García Muentes at 7:01 a.m. | Permalink |


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