domingo, febrero 27, 2022

"Es bueno darle gracias al Señor"...Salmo 92.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 27 de Febrero del 2022

Siguiendo con el Sermón de las Bienaventuranzas, y después de llamarnos al perdón y al amor a los enemigos, y a ser misericordiosos como su Padre... propone Jesús una breve parábola sobre los «guías» ciegos y la necesidad del arte del discernimiento y del acompañamiento. Para saber cómo ponerlas en práctica, necesitamos  orientación, apoyo, acompañamiento para no quedarnos en generalidades, vaciarlas de contenido o desanimarnos ante sus exigencias.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 6, 39-45, Jesús nos ofrece una parábola con la cual nos enseña tres aspectos muy importantes : Con la primera  nos dice, que: El discípulo no es superior a su maestro, con la segunda: Nos anima a que nos corrijamos nosotros mismos antes de tratar de corregir a los demás y con la tercera: Que las personas se conocen de acuerdo a sus obras.

Y es que nosotros nos hemos venido acostumbrando a criticar a los demás por el simple hecho de ver la manera como piensan, como hablan y hacen las cosas. Y esto, lo recrimina hoy Jesús cuando nos dice: "¿Por que te fijas de la pelusa que está en el ojo de tu hermano y no miras la viga que hay en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacarte la pelusa de tu ojo, cuando no ves la viga del tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver claramente  la pelusa del ojo de tu hermano. No hay árbol sano que de fruto podrido, ni árbol podrido que de fruto sano. Cada árbol se reconoce por sus frutos" Lc 6, 41-44.

Estas palabras que hoy nos dice Jesús son muy disidentes, porque muchas veces pasamos el tiempo en  buscar enemigos, sin mirar y tener en cuenta que el principal enemigo, está en nosotros mismos.

Entonces hermanos se nos hace importante que antes de estar viendo las faltas que cometen otros (sus errores, sus tentaciones y sus debilidades), debemos ver primero las nuestras ya que se hace importante reconocer que no somos tan perfectos para ser como Jesús.

Este Evangelio, nos invita a actuar con coherencia y a buscar la madurez espiritual que requerimos para pensar y actuar de acuerdo en lo que creo, en lo que pienso y como realizar lo que digo.

Les invito a darle gracias al Señor por tu paciencia y por tener una gran misericordia para con todos nosotros. Pidámosle su ayuda para descubrir los medios para corresponderle siempre con  amor.

Señor, Tú nos enseñas que nunca debemos juzgar ni criticar a los demás. Haz que logremos tratar a los demás como Tú nos tratas Señor: comprendiendo sus limitaciones, disculpando sus faltas, poniendo atención a sus necesidades, sin guardar ningún rencor, ningún resentimiento, con la capacidad de ser misericordioso y bondadoso, siempre y con todos.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:03 a.m. | Permalink |


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