miércoles, marzo 02, 2022

"Misericordia Señor, hemos  pecado"...Salmo 51

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 2 de Marzo del 2022

Jesús relee las tres obras de piedad previstas en la ley mosaica: la limosna, la oración y el ayuno. Y distingue el hecho externo del hecho interno, de ese llanto del corazón. El, pone de relieve una tentación común en estas tres obras, que se puede resumir precisamente en la hipocresía. Hoy nos invita a hacer estas obras sin ninguna ostentación, y a confiar únicamente en la recompensa del Padre “que ve en lo secreto”.

Hoy se da inicio en nuestra Iglesia Universal al tiempo de la Cuaresma, un tiempo de conversión (perdón y reconciliación) que nos prepara a vivir la gran fiesta de la Pascua. Este tiempo tiene una duración de 40 días y se inicia hoy con el miércoles de Ceniza y termina antes del Jueves Santo el día que se celebra la Cena del Señor con sus discípulos.

Jesús en el Evangelio de hoy tomado de Mt 6, 1-6. 16-18, le aconseja a sus discípulos que tengan un especial cuidado a no practicar actos que fuesen piadosos para ser vistos por los hombres, y les recomienda: "Cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres".

Hermanos estos concejos de Jesús son también para nosotros hoy. Él quiere que sus discípulos dejemos a un lado ese creer que por estar involucrados en su grupo de seguidores y dentro de las acciones de la iglesias haciendo parte de los grupos eclesiales, ya tenemos parte de la recompensa del Reino de Dios, pero, ¡No, nos estamos equivocando!. Lo que le agrada a Dios son las buenas obras que son hechas con amor y sin preocuparnos por el que dirán de los demás. Él quiere que obremos con fidelidad y a conciencia, con un corazón abierto al amor y al servicio a los demás. Que estemos llenos de sinceridad y sencillez y no con ese estilo Fariseistas que lo hacían todo con un carácter exhibicionista para que los vieran.

No podemos olvidar que Dios está siempre presente en nuestras vidas y Él sabe lo que hacemos y porque lo hacemos. 

Pidámosle al Señor en este inicio de la Cuaresma que nos ayude a vivir este tiempo con profunda entrega sabiendo que lograremos alcanzar la mejor de las recompensas de parte de Él: La vida eterna.  

Santo Espíritu de Dios, Lava lo que está manchado, Riega lo que está reseco, Sana lo que está enfermo, Doblega lo que está rígido, Calienta lo que esta frio, Endereza lo que está desviado, Y reparte tus siete santos dones, Según la fe de tus ciervos, amén.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:22 a.m. | Permalink |


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