lunes, marzo 07, 2022

"Tus Palabras, Señor, son espíritu y vida "…Salmo 19

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 7 de Marzo del 2022

Cristo, el día de hoy, nos viene a recordar cuál es la esencia de su mensaje: la caridad. La caridad no como mera filantropía, sino como verdadero amor a Dios que vive realmente en mi prójimo. 

En este Evangelio de hoy tomado de  Jesús le dice a sus discípulos: "Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con Él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante Él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda" Mt 25, 31-33.

Este relato nos lleva a pensar cómo será el juicio final de todos los hombres. Todos sin excepción seremos juzgados por un mismo criterio: El amor práctico y solidario hacia los más necesitados en otros términos, la opción preferencial por los más pobres, los necesitados del amor de Dios; un amor traducido en hechos concretos: El dar de comer, dar de beber, dar acogida, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y encarcelados, en fin, todo gesto humano de ayuda y apoya a quienes viven necesitados y sufren la desidias del egoísmo de los que están disfrutando de las riquezas materiales y espirituales. 

En todos aquellos que sufren y necesitan, está el rostro encarnado Cristo. Cuando despreciamos a uno de esos pequeños, le hacemos un desprecio a Dios.

Seremos verdaderos discípulos de Jesús cuando amemos y sirvamos sin ningún tipo de interés a los pobres.

Seamos apasionados de nuestra Misión salvífica de servir con amor incondicional al estilo de Jesús y no seamos como témpanos de hielo que viven del descarte y de la indiferencia hacia los demás. 

Preguntémonos: ¿Qué lugar ocupan los pobres en mi vida de cristiano? ¿Somos signos de esperanza para ellos?

Señor, pronto se nos va la vida y con ella las ocasiones para hacer el bien. Te suplico nos des, en esta oración, la gracia de saber dejar pasar lo caduco para quedarme contigo. Ante la brevedad de la vida, danos la gracia de vivir con el apremio de hacer rendir el tiempo que me concedes para amarte más.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:30 a.m. | Permalink |


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