"Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor"...Salmo 1
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Jueves 17 de Marzo del 2022
¡Qué escalofrío! Eso es lo que me produce este cuento-parábola de Jesús. Siento que Jesús no nos lo ofrece para “pasar el rato”; Según El, la finalidad de la vida no son las riquezas y los bienes. Su escala de valores es diferente, y muy diversa de lo que el mundo propone. Él proclama “dichosos” a quienes, en tantas ocasiones, el mundo declara desgraciados y dejados de la mano de Dios. De ahí, la actitud profundamente crítica que Jesús presenta de cara a las riquezas. Y no porque las sienta malas, sino porque produce personas sin entrañas, sin valores que merezcan la pena.
Hoy el Evangelio tomado de Lc 16, 19-31, nos presenta la parábola del Hombre Rico Epulón y el Pobre Lázaro, donde Jesús nos enseña que es imposible servir a Dios y al dinero al mismo tiempo.
Miremos lo que nos dice esta parábola muy conmovedora: Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico... pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estando en el infierno entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: "Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama". Pero Abraham le dijo: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado"
Jesús nos invita a rechazar los estilos de vida que nos impulsan hacia el pecado sobre todo aquellos que son producto de la soberbia, la vanidad, la ira y el egoísmo.
Podemos concluir que la pobreza nos acerca más a Dios y ello se logra, confiando en la Misericordia, escuchando sus Palabras y actuando de acuerdo a su voluntad.
Pidámosle al Espíritu Santo para que encontremos todas las oportunidades para atender y asistir a los pobres y necesitados, como también, hablarles de ese Padre Dios que es Generoso y Misericordioso con los que sufren.
Jesús, danos tu Espíritu para que aquí en la tierra sepamos valorar las cosas y las personas como Tú las valorabas.