martes, marzo 15, 2022

"Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios"...Salmo 51.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 15 de Marzo del 2022

El Evangelio de hoy nos conducen a otros aspectos de nuestro caminar como seguidores de Jesús. Para visualizar nuestro “examen”, nos pone delante el estilo de los fariseos, que fundamentalmente viven para la galería, pero sin coherencia interior de vida; Jesús denuncia la hipocresía como forma y actitud de vida y de comportamiento.  Desenmascara la incoherencia , la ostentación y la vanagloria.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 23, 1-12 podemos apreciar a Jesús indignado con los dirigentes  religiosos por su incoherencia con lo que dicen, enseñan y hacen. Y le advierte a la multitud  como también a sus discípulos a no seguir el ejemplo de los Fariseos, diciéndoles: "En la cátedra de Moisés se han sentado los Escribas y los fariseos. Ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos digan; pero no los imiten, porque ellos dicen, pero no hacen. Atan fardos pesados difíciles de llevar y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen para exhibirse ante la gente: llevan cintas anchas y flecos llamativos en sus mantos. Les gustan ocupar los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí". Mt 23, 1- 7.

Se me viene a mi mente un dicho muy popular en nuestro medio, y que dice: Miren a aquel, predica, pero no aplica. Y este valdría hoy para que nos preguntemos con toda sinceridad como está nuestra coherencia de vida entre lo que digo vivir  y lo que verdaderamente estoy haciendo. ¿Digo pero no hago? 

Muchas veces decimos  conocer al dedillo las normas y las leyes, pero no las ponemos en práctica; antes por el contrario, queremos figurar y para mantenernos en ese rol, tratamos de imponer métodos y  prácticas para que crean que las cumplimos y así, sentirnos aplaudidos, reconocidos  y elogiados. Fingimos y no aplicamos. 

Y miren, no nos equivoquemos, todos los trabajos y servicios que realizamos o pretendemos realizar, exigen de nosotros responsabilidad y decisión sin estar alimentando indiferencias.

Es bueno hacernos unas preguntas: ¿En qué están basadas mis motivaciones para asumir el servicio al que Jesús me ha llamado? ¿Me dejo corregir de mis amigos para mejorar mi forma de vida? Recordemos que No hay testimonio sin una vida coherente.

Jesús, hoy te rogamos por todos aquellos y aquellas que tienen la misión especial de predicar y enseñar el Evangelio. Ayúdales a ser coherentes.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:12 a.m. | Permalink |


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