"Que todos los pueblos aclamen al Señor"...Salmo 97.

Viernes 5 de Noviembre del 2021

El Reino, ante todo, es expresión del don de Dios que elige y que perdona. Su riqueza ha convertido al hombre en plenamente rico. Sin embargo, el que pretenda encerrar sobre su vida el don que ha recibido, acaba por perderlo.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 16, 1-8, nos presenta a Jesús que toma una actitud extraña, pero lo hace, para brindarnos una gran enseñanza: La parábola del administrador infiel.

Esta parábola la manifiesta a sus discípulos para demostrarles que los hijos del mundo son astutos, injustos y corruptos contrarios a las propuestas del Reino; Y les relata la siguiente parábola: " Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: "¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador." Entonces el administrador se puso a pensar: "¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan." y así, hizo un relato de sus futuras hazañas. "El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad" y Jesús les concluyó diciéndoles: "Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz". Lc 16, 1-8.

Como lo podemos ver, ese administrador es un fiel ejemplo de la inmoralidad de muchos administradores de empresas y entes públicos. Y Jesús les da a entender con esta enseñanza que esas costumbres y artimañas no vienen de Dios sino del demonio y quienes la practican pierden su dignidad y se hacen dependientes de ellas y siempre quieren demostrar a los que están cerca a ellos, su poderío y hasta su solvencia económica. 

Pero miren, ese administrador de la parábola, a pesar de haber cambiado de actitud, no es fácil de confiar para administrar los bienes de su amo; pero hoy Jesús nos quiere enseñar que ante las caídas basta el arrepentimiento sincero y la solicitud del perdón, para así demostrar confianza y sinceridad. 

Para meditar: Nunca nos acomodemos al mundo, usemos más bien todos los recursos interiores y exteriores para hacer el bien, poniendo siempre como centro a los demás y no a nosotros mismos. 

Esta parábola no nos invita a ser inicuos sino a ser sagaces,  a hacernos amigos utilizando los bienes de este mundo para ponerlos al servicio de los más necesitados. El reino de Dios necesita de ti, de tu decisión y de tu inteligencia. Ponlas a su servicio.