domingo, octubre 31, 2021

"Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza "...Salmo 17.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 31 de Octubre del 2021

Nosotros individualmente y como comunidad, deberíamos detenernos hoy y mirar dentro de nosotros y ver si nuestro amor se ajusta al amor del que habla Jesús con el escriba, o simplemente es un amor de compromiso, de cumplimiento, de normas… Recordemos que el amor es el motor que mueve el mundo y la vida, pero muchas veces lo confundimos con algo sustitutivo o como algo dependendiente al seguimiento y la aprobación del enamoramiento fácil.

En el Evangelio de hoy tomado de Mc 12, 28b-34, podemos apreciar a un Letrado que se le acerca a Jesús  y sostiene con Él, un pequeño diálogo.

Él, había tenido la impresión que Jesús estaba doctrinalmente cerca a lo que ellos pensaban en cuanto al cumplimiento de los mandamientos de la ley de Moisés; y le dice un poco impresionado al ver la manera como venía respondiéndole a sus compañeros: "¿Cual es el mandamiento más importante?" y Jesús le respondió: " Amarás al Señor, tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás al prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que estos" Mc 12, 28-31.

Podemos ver que el Letrado no reconoce a Jesús como un maestro,  ya él tiene su opinión a cerca de quien puede ocupar ese lugar; y él, con esa pregunta, ha querido verificar como sería el pensamiento de Jesús.

¡¡¡Que fuerza tiene este Evangelio de hoy!!! Porque Jesús nos invita en primer lugar a amar a Dios con todo nuestro corazón, ya que todo lo demás, será una extensión de ese amor. 

Él, hoy nos está mostrando un gran ejemplo de amor para hacerlo extensivo a todas las personas sin excepción de clase o condición social; puesto que nos invita, a que nos acerquemos a todos los hombres, principalmente a los más necesitados, para adherirlos a ese maravilloso don del amor que Dios nos ha regalado. ¿Qué piensas al respecto?, ¿Estaremos caminando por ese sendero que Jesús nos ha señalado?

«El Señor, nuestro Dios, es solamente uno». Los otros nunca deben ser tomados como dioses, porque no lo son. Al único Dios lo reconocemos porque nos saca de la tierra de la esclavitud para darnos la libertad. Los otros «dioses» nos atan, nos someten, nos manejan. 
 
posted by Laureano García Muentes at 5:47 a.m. | Permalink |


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