lunes, octubre 25, 2021

"Nuestro Dios es un Dios que salva"...Salmo 67.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 25 de octubre del 2021

Jesús restituye al día sábado su verdadero carácter de recuerdo del reposo de Dios y tiempo santo para el encuentro con Él. Con Jesús se establece el verdadero sábado, el tiempo definitivo del encuentro con Dios y con su obra salvadora. Al mismo tiempo Jesús reitera su afirmación de que el sábado y en general todas las leyes están al servicio de la persona humana y no al revés. Cuando está de por medio la vida y felicidad de un ser humano, las leyes y las prescripciones religiosas pasan a un segundo lugar.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 13, 10-17, nos presenta un encuentro de Jesús con una mujer que tenía 18 años de estar encorvada y no había podido enderezarse. Él toma la iniciativa y la libera de su enfermedad con la imposición de sus manos, diciéndole: " Mujer quedas libre de tu enfermedad" Lc 13, 10-13.

Jesús, al tener los encuentros con las mujeres, estaba rompiendo una y otra vez con las leyes que imperaban, donde a ellas, eran marginadas de su dignidad.

Jesús tomó la iniciativa al verla porque quizás, era considerada por las autoridades y el pueblo como objeto pecaminoso y le costaba mucho acercarse a Él; pero Jesús la acoge y la libera de su enfermedad que la mantenía oprimida y recobra la vida.

De verdad, muchos ceñidos a las leyes y a las tradiciones nos dejamos dominar por la conciencia y tomamos posiciones adversas como la de los Fariseos; hoy a estos, Jesús les reprende y les dice: "¡Hipócritas!" porque ante los demás se hacen los misericordiosos y compasivos. 

Un gran ejemplo nos brinda hoy este Evangelio cuando nos presenta a una mujer que nunca tomó la palabra para manifestar a Jesús su situación y sus anhelos; pero Él, conocedor de su vida sabe que en ese silencio su corazón grita y aclama su sanación. 

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a convertir nuestros corazones para ver, escuchar y sentir las heridas, enfermedades y necesidades de nuestros hermanos mas necesitados, para estar prestos a tenderles nuestras manos. 

La dureza de los formalismos y obligaciones impuestas impiden buscar la voluntad de Dios y comprender sus manifestaciones, muchas veces tan evidentes. No podemos olvidar su amor es liberador. 
 
posted by Laureano García Muentes at 5:34 a.m. | Permalink |


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