jueves, noviembre 18, 2021

"Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios "...Salmo 49.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 18 de Noviembre del 2021

La ciudad de Jerusalén,  cuyo nombre significa paz, no reconoce la visita de Jesús, el agente de la paz enviado por Dios. 

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 19, 41-44, Jesús al estar muy cerca a Jerusalén siente nostalgia y llora por su pueblo, ese mismo pueblo que Dios había elegido para dar a conocer su Reino; y que a pesar de haber recibido muchos beneficios, no había escuchado bien el mensaje ni mucho menos lo había entendido. 

Jesús, sollozando decía: "Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos. Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el tiempo de tu visita" Lc 19, 41-44.

Jesús ama a su pueblo y sufre por lo que ve en él. Cuantas guerras y enfrentamientos, cuantas violaciones a los derechos fundamentales de los hombres, cuanta corrupción por parte de sus gobernantes. Cuanto dolor se produce el hombre a si mismo. Un hombre que fue creado por Dios, con todo amor y ternura, que se destruye a sí mismo. 

Que tristeza grande siente Jesús al ver la ceguera, la indiferencia e ingratitud de la gente y al ver aquellos que se cierran a la gracia de Dios. 

Jesús nos mira y nos pide hoy que busquemos los caminos para vivir unidos. El nos revela un gran secreto que vive en su corazón y que debe ser la motivación principal para alegrarnos a cambiar nuestras vidas  de manera fraterna y en paz; siendo responsables a la constitución de una sociedad igualitaria donde exista el compartir fraterno y una vida en paz.

Digámosle hoy a Jesús, ayúdanos a evitar todo lo que te ofende y a agradarte con amor con nuestros comportamientos de cada día.

Señor, Hazme un instrumento de tu Paz. Donde haya odio, siembre yo el amor. Donde haya tristeza, siembre yo la alegría. Donde haya desunión siembre yo el perdón. Donde haya pena siembre el consuelo. 

 
posted by Laureano García Muentes at 5:54 a.m. | Permalink |


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