"Tu palabra, Señor, es eterna"...Salmo 118.

Jueves 11 de Noviembre del 2021

¡Cuántas veces deseamos de algo espectacular y que además convenza; ello, puede impedir el descubrir la visita del Señor. Jesús, más bien, lo compara con el fermento que actúa en lo escondido, con la semilla que es sepultada en tierra y va produciendo sus frutos. “Venga a nosotros tu Reino”, pero ese Reino está ya actuando en lo cotidiano, en lo sencillo; ahí hay presencia de Dios si se le quiere aceptar. 

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 17, 20-25, podemos apreciar que los Fariseos persisten en hacerle a Jesús preguntas a fin de buscar hacerlo caer en errores y así, tener fundamentos para señalarlo y llevarlo ante el sanedrín para juzgarlo. 

Como vemos en el texto del Evangelio de hoy, ellos le preguntan: "¿Cuándo llegará el Reino de Dios?” Jesús les respondió: “El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, porque el Reino de Dios ya está entre ustedes”. Lc 17, 20-21.

Ellos, celosos de su poder creían que Jesús les iba a arrebatar la gobernabilidad y por supuesto, sus prebendas que lograban con el pueblo, pero Jesús les demuestra que están equivocados, porque el Reino que Él predica no es un Reino de ejércitos, de emperadores, de palacios, sino algo más sutil y de puertas abiertas para todos y que está fundado en el amor, la misericordia y el perdón. Un Reino que no está sujeto a condiciones, ni mentiras, engaños ni falsedades. Y quienes deseen que ese Reino gobierne su vida, vive en continua lucha con el peor de los enemigos: el pecado. 

El Reino de Dios está presente y entre nosotros; su fin es la transformación del hombre como lo hace la levadura en la masa.

Preguntémonos: ¿Estamos haciendo que el Reino de Dios sea conocido por toda la humanidad?, ¿Estoy siendo coherente con mi vida para que otros conozcan al Rey de la vida y del amor?

“Abre nuestro corazón, Señor Jesús, a tu Palabra, a tu presencia, para que descubramos la semilla de tu Reino en nuestro mundo”.