"Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti"...Salmo 15.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Domingo 14 de Noviembre del 2021
Hay una frase que dice “solo se vive una vez” y muchas personas la adoptan para vivir una vida desenfrenada, entregada al libertinaje, pero aquí en el Evangelio de hoy tenemos la invitación a vivir una vida conforme al plan que Dios tiene para nosotros, tener vida y vida en abundancia de acuerdo con sus enseñanzas; vivirla además observando la ley del amor para con nosotros mismos y con los demás.
El Evangelio de hoy tomado de Mc 13, 24-32 nos presenta una enseñanza de Jesús que muestran un lenguaje simbólico apocalíptico para llevarnos a entender la necesidad de estar alertas y en vigilancia constante mirando los signos que nos brindan los tiempos.
Jesús no fue muy dado a hablar de esa manera, pero hoy lo hace visible como lo vemos, porque la cultura de esa época planteaba esos asuntos inquietantes sobre lo que sería el día y la hora en que iría a terminar el mundo.
Y Jesús les habla así, a los discípulos: "Cuando lleguen aquellos días, después de la gran tribulación, la luz del sol se apagará, no brillará la luna, caerán del cielo las estrellas y el universo entero se conmoverá. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad. Y él enviará a sus ángeles a congregar a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales y desde lo más profundo de la tierra a lo más alto del cielo...........En verdad que no pasará esta generación sin que todo esto se cumpla. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse. Nadie conoce el día ni la hora. Ni los ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre’’. Mc 13, 24-32.
Y miren, los signos de los tiempos han sido un criterio profético que ayudan a discernir el como vivir y el como esperar. Estos, hay que saberlos interpretar para conocer la intervención de Dios en el mundo y en nuestras vidas, tanto personal como en la de los demás. Es por ello, que Él insiste en que hemos de estar en vigilancia y preocupados por nuestro propio fin y no por lo que podría suceder cuando acontezca el fin del mundo.
Pongamos pues nuestras miradas en Dios y vivamos la alegría, el optimismo y la esperanza; "aprendiendo de la higuera, cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, sabemos que está cerca la primavera, puesto que veremos suceder todo esto, y sabremos que Él está cerca, a la puerta." Mc 13, 28-29.
Preguntémonos: ¿Qué signos de esperanza estoy descubriendo hoy a nuestro alrededor?