"Señor, Tú eres lento a la cólera y rico en piedad "...Salmo 85

Miércoles 7 de Octubre del 2021

El Padrenuestro es una oración entrañable, que nos ayuda a situarnos en la relación adecuada ante Dios, pidiéndole lo esencial: que sea glorificado su nombre, que se apresure la venida de su Reino, y así Él sea el centro de nuestra vida. 

El Evangelio de hoy tomado de Lc 11, 1-4 nos muestra a Jesús orando en intimidad con su Padre Dios en quien tiene una confianza absoluta; y al verlo en esa intimidad permanente, suscita en los discípulos ese deseo de hacer lo mismo y entonces, se le acercan y le dicen: "Señor, enséñanos a orar como Juan Bautista enseñó a sus discípulos" y entonces Jesús les dijo: "Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu nombre, venga tú reino, el pan nuestro de cada día danos hoy, perdona nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación ".

Jesús enseña a considerar a Dios como Padre de toda la humanidad y con esa actitud, anhelamos la llegada de su Reino a todos los hombres. 

Las enseñanzas de Jesús les sitúa ante un Dios muy distinto de todo concepto, ajeno y diferente al que está descrito en la ley de Moisés y les exhorta a que comprendan la novedad de un Dios Padre en el que se  puede acudir con la confianza de un hijo.

Miren: Hoy Jesús nos muestra un Padre que es de todos, que está siempre abierto a atender nuestras súplicas y que es dador de vida y de esperanza.

De este Evangelio hemos de aprender hermanos que en los tiempos de crisis y desconcierto como el que hoy vivimos en el mundo frente a la pandemia del covid19, es la confianza en Dios la que nos dará la sabiduría espiritual y puede dar limite a todas las dificultades y preocupaciones; y no de manera ingenua,  sino con un comportamiento más comprometido con el Evangelio. 

Los invito a que oremos con frecuencia al ejemplo de Jesús y depositemos en el Padre Dios toda nuestra confianza, recordando siempre esas Palabras de Él: "Os digo a ustedes: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y os abrirá" Mt 7, 7-8.

“Señor Jesús, gracias porque nos has enseñado el Padrenuestro; ayúdanos a rezar como lo hacías Tú mismo”.