martes, octubre 05, 2021

"Perdónanos, Señor, y viviremos"...Salmo 129.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 5 de Octubre del 2021

Este mensaje de hoy nos recuerda, de nuevo, algo esencial a mi condición de creyente: debo aprender a conjugar las dos dimensiones: el trabajo servicial y la oración/escucha de la Palabra, para que mutuamente se alimenten y de esa manera evitar la “parcelación” de mi vida y... ¡con cuánta frecuencia se produce! Enorme riesgo en mi “acelerada” vida. 

El Evangelio de hoy tomado de Lc 10, 38-42 nos enseña a ser Universales, es decir, a no distinguir lugares ni personas a la hora de salir a anunciar el mensaje de la Buena Nueva del Reino de Dios, como también, a brindar a todos los hombres y mujeres, sin excepción, la acogida, el servicio y acompañamiento frente a sus necesidades y a estar presto a tener en todos los momentos un diálogo abierto y sincero. 

No hay lugar en donde la Palabra de Dios no se haga escuchar. Jesús, no se reserva para realizar un diálogo con nadie y sobre todo con los más necesitados. 

Jesús se complace en hospedarse en cualquiera de nuestras vidas, donde sabe que lo quieren y lo acogen con amor sincero. 

Así, lo hizo en casa de Marta como lo dice el Evangelio de hoy: "Jesús iba de camino y entró a un pueblo. Allí, una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana llamada María, la cual al ver a Jesús sentado, se arrojó a sus pies para escucharlo cuando hablaba. Marta, ocupada en sus quehaceres, le dijo a Jesús: "Maestro, ¿No te importa que mi hermana me deje sola en las labores de la casa? Dile que me ayude. Jesús, le respondió: "Marta, Marta, te preocupas y te inquietas por muchas cosas,  cuando una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y no se la quitarán" 

Como vemos Jesús no critica a Marta su actitud de servicio, pues es una tarea muy importante en el seguimiento. Él le quiere decir que la escucha de la Palabra ha de ser prioritaria ante todo, porque ella nutre y da crecimiento personal. 

Jesús hoy nos invita, a no dejarnos absorber por las cosas de trabajo y las que ofrece el mundo, porque ellas, nos apagan la luz que nos brinda el Espíritu Santo para ser verdaderos testigos del Reino de Dios. 

¡Acojamos la mejor parte!.

“Señor Jesús, ayúdanos a comprender que la ESCUCHA de la Palabra nos llevará a ser según los deseos del mismo Dios-Padre. Así nos pereceremos a ti y viviremos en autenticidad tu seguimiento”.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:17 a.m. | Permalink |


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