domingo, octubre 03, 2021

"Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida "...Salmo 127.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 3 de Octubre dl 2021

La belleza del Sacramento del Matrimonio está precisamente en transparentar la bendición de Dios ante aquella pareja que Él ha ido uniendo a través de la aventura y el romance amoroso. 

En el Evangelio de hoy tomado de Mc 10, 2-16, podemos apreciar que los Fariseos le hacían a Jesús constantes intervenciones delante de la gente a fin de hacerle perder la credibilidad. Ellos eran mal intencionados y deseaban hacer confundir a su audiencia. 

Hoy le preguntan Si estaba  entre sus planes permitir el divorcio y Él, les respondió: "¿Qué os ha mandado Moisés?" Ellos, contestaron: "Moisés Permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio." Entonces Jesús les dijo: "Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre." Mc 10, 2- 9.

Y es que en esa época en la unión matrimonial la mujer judía era controlada absolutamente por el varón, según la ley de Moisés y en este contexto, el hombre podía romper ese contrato cuando lo deseara  y expulsar a la mujer de su casa. La mujer, no podía actuar igual. 

Jesús conocedor de esa situación, les invita a descubrir el proyecto original de Dios el cual está por encima de toda ley y precepto.

Él se va a ese original pensamiento de Dios en la creación y les recuerda, "Que Dios les creó hombre y mujer " en igualdad de derechos y los dos se unirán  para ser una sola carne para hacer juntos una vida mutua y compartida, de entrega y sin imposición. 

Muchos hoy, por la dureza de sus corazones, desean romper lo que Dios ha unido  y por tanto, no valoran ese don inmenso de Dios: El Amor.

Hoy pensemos sobre la dignidad del matrimonio y la grandeza de la fidelidad conyugal.  

Sigamos adelante esposos cristianos dando testimonio del maravilloso amor y la fidelidad para ser fermentos de la verdadera sociedad. 

Señor tu que eres médico de corazones, y la Fuente misma del Amor mira nuestra pareja que sufre la distancia en la comunicación, el frío en la ternura del día a día y la influencia tan dañina del mundo que nos empuja al divorcio y a dejarlo todo sin luchar por lo que una vez se amó.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:25 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>