"El Señor paga a cada uno según sus obras"...Salmo 61.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 13 de Octubre del 2021

Una ley tiene valor si está penetrada por el amor. Las buenas obras tienen valor en la medida en que son obras de amor a Dios y al prójimo. Eso es lo que proclamaban los profetas cuando llamaban a la conversión del corazón.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 11, 42-46, Jesús se dirige a las autoridades religiosas y les dice: "¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!"

Un maestro de la Ley intervino y le dijo: "Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros."

Jesús replicó: "¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!"

La relación de Jesús con las autoridades religiosas judías se tornan más conflictivas porque ellos presumen ser justos y cumplidores de la ley y les enumera sus deformaciones frente a la ley y les resalta su manera de actuar hipócrita y vanidosa.

Jesús condena las apariencias ficticias de las personas porque por fueran aparentan ser justos y buenos pero por dentro difunden un veneno que mata y aleja de Dios. 

Cuando amamos a Dios cumplimos sus leyes y sentimos que ellas nos liberan de las esclavitudes; y cuando dejamos de hacerlo, se nos complica la vida. 

El amar nos aleja de los legalismo, nos reconocemos pequeños y experimentamos la libertad.