"El Señor es bueno con todos"...Salmo 144.

Martes 7 de Septiembre del 2021

Jesús necesita del encuentro con el Padre; él es quien llama e invita; él es quien forma a sus colaboradores, les hace capaces... y los envía, compartiendo la MISIÓN con él, la luz de su Espíritu.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 6, 12-19 en cuyo texto nos dice que: "Jesús subió a una montaña a orar y pasó toda la noche orando a Dios" Lc 6, 12.

Él se retira a pedir a Dios por todos nosotros, por toda la humanidad, porque para ello, fue enviado. Y quizás esto nos parece extraño, ¿no es así? Recordemos que Él es nuestro intercesor ante el Padre Dios. 

Él utiliza la oración como el  medio para llenarse de fuerza para avanzar; y solo esa fuerza la da Dios. "Cuando vayas a orar retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto, y Él te recompensará" les dijo en una ocasión a sus discípulos (Mt 6,6). Ello nos quiere decir, que ante nuestras agitadas jornadas diarias, necesitamos detenernos y entrar en un espacio de soledad para conversar y escuchar la voz del Señor y recordar la misión a la que Él, nos llama.

Recordemos que también como a los discípulos Él nos ha llamado por nuestros nombres y quiere encontrar en nosotros la amistad y compañía para servirle en medio de todas las cosas a los que más necesitan del amor y la solidaridad. 

Todos somos fermento de Dios en medio de toda la humanidad; por tanto, sintamos ese cariño incondicional del Padre para realizar con firmeza y decisión la misión de construir junto a Él un mundo nuevo donde reine la Misericordia y el amor entre todos. 

“Señor Jesús, Tú mismo escogiste a los que iban a compartir contigo, y de forma directa, en la causa del Reino. Señor, ¡cuenta también con nosotros ! Estamos dispuestos. Pero… ¡ayúdanos!”.