martes, agosto 31, 2021

"El Señor es mi luz y mi salvación "...Salmo 26.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 31 de Agosto del 2021

Jesús, es capaz de darle nuevas visiones y significados a la misma Escritura. Ésta es la razón de que la gente “estaba admirada de su enseñanza”. Estamos ante el NUEVO Maestro, que nos irá mostrando los nuevos caminos de Dios, que son de vida y de lucha contra toda expresión de mal.

Hoy vemos en el Evangelio tomado de Lc 4, 31-37 que Jesús después de visitar Nazaret viaja a Cafarnaún ciudad de Galilea y allí se queda unos días. Cada sábado enseñaba a la gente en la Sinagoga y estos quedaban asombrados por la fuerza de su Palabra. 

Dice el texto que un día en la Sinagoga estaba un hombre poseído por un espíritu inmundo y al verlo, se puso a gritar: "¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús de Nazaret?. ¿Has venido a destruirnos?. Se quien eres: ¡El consagrado de Dios!" Entonces Jesús lo increpó diciéndole: "Calla y sal de él"; el demonio lo arrojó al medio y salió de él sin hacerle daño. Lc 4, 31-35.

La pregunta de ese hombre poseído por el demonio ¿Qué quieres de nosotros Jesús de Nazaret? puede ser mirada desde dos aspectos: La acogida y el rechazo.

Cuando la miramos desde la acogida, estamos suponiendo que existe la intención de la apertura a dejar sembrar en el corazón los valores del Reino de Dios que enseña Jesús; pero  si la miramos desde el rechazo, aflora en el corazón   el temor, el miedo, no se muestra un horizonte claro en la vida y se nota que estamos frente a un alma enferma y, es por ello, que el hombre grita porque ve en Jesús un peligro inminente ante lo que el vive de lo cual, no quiere desprenderse. 

Que importante es para nosotros hoy que nos miremos frente al espejo de nuestras vidas y nos preguntemos si en nosotros existe esa misma posibilidad de comprender a Dios y hacerle esa misma pregunta: ¿Dios, que quieres de mi?

Hermano (a) que a la luz del Evangelio podamos ser capaces de reconocer a Jesús como nuestro Salvador y que nos decidamos a abrirnos a su generosa acción liberadora.

“Señor Jesús, ven a nosotros e ilumina nuestro interior; haznos valientes para deshacernos de todo mal, y convertirnos así, en presencia salvadora como Tú”. 

 
posted by Laureano García Muentes at 5:24 a.m. | Permalink |


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