"El Señor llega para regir los pueblos con rectitud "...Salmo 97.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Jesús toma en su contexto a un hombre muy rico que delega la admiración de sus bienes a sus siervos porque tiene la necesidad de realizar un viaje muy largo. Al primero le entrega cinco talentos o sea, una cantidad grande de dinero, al segundo, dos talentos y al tercero, un talento. Y como lo podemos percibir en el texto, dos de ellos, ponen en productividad los talentos y obtienen un rendimiento del cien por ciento, pero, la actitud que tomó el tercero fue la de esconder en la tierra ese talento y no ganar nada. Al volver a casa el hombre rico pide cuentas de sus dineros y recompensa a los dos que fueron sagaces y produjeron su dinero, y castiga severamente al que no hizo nada.
Los talentos a los que se refiere hoy Jesús, no son esos medios aceptados en el plano financiero; son esas cualidades que Dios nos ha dado a cada uno; y nos pide que los utilicemos con creatividad, dándole siempre respuestas activas y concretas a Dios en la transformación del mundo y con el firme compromiso de abrir camino entre los hombres para que conozcan al Único y Verdadero Dios y a su Hijo Jesucristo como el Salvador.
La parábola de hoy hermanos, nos enseña a no vivir cerrados en nosotros mismos, guardando los dones y talentos que Dios nos ha dado, sino que tenemos que ponernos en pie y con disposición de salida a entregar lo que gratis hemos recibido a otros con generosidad y solidaridad.
Jesús cuenta con cada uno de nosotros para continuar su obra salvífica por todos los lugares del mundo y requiere que le pongamos todo nuestro empeño para lograr los frutos, pero requiere de nosotros, astucia y responsabilidad.
Revisa en silencio los dones que has recibido de Dios y cual de ellos, consideras el más importante para beneficiar a otros.
“Señor Jesús: el Padre nos ha colmado de dones, para que podamos producir frutos de vida. Lo queremos, Señor. Ayúdanos en el empeño”.