"Señor, tu me sondea y me conoces "...Salmo 138.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Este Evangelio de hoy nos ha de cuestionar nuestro proceder en el seguimiento a Jesús, porque muchas son las veces que vivimos muy preocupados por lo que los demás piensan de nosotros, cuando en lo que tendríamos que trabajar es mejorar nuestro interior.
El mayor pecado del hombre es la incoherencia al no vivir lo que predica a pesar de estar viviendo dentro de un grupo de seguidores de Jesús. Así, nuestra conducta o ejemplo nos desacredita y nos impide a que seamos testimonio de vida.
Cuando somos incoherentes, nos constituimos en cristianos de nombre o de salón.
De ello podremos concluir algo muy importante para ti y para mí hoy: Todo el Evangelio que recibimos, escuchamos y escudriñamos ha de ser manifestado con nuestras actitudes y con nuestra manera de comportarnos, para lo cual se hace necesario, estar muy atentos y vigilantes a nuestro proceder para no caer en dar testimonio contrario a lo que estos nos piden hacer y vivir.