domingo, septiembre 12, 2021

"Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida "...Salmo 114.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 12 de Septiembre del 2021

Jesús nos propone su camino: superar el egoísmo en todas sus formas, soportar el sufrimiento sobrevenido de la propia limitación o de la injusticia. “El que quiera salvar su vida” (pero el egoísta quiere salvar “su” vida, no la de todos y no se realiza como persona, que esta hecha para el Amor. 

Hoy el Evangelio de Mc 8, 27-35 nos relata uno de los momentos decisivos de la convivencia de Jesús con sus apóstoles; pues se aproximaba los momentos difíciles y de mucho  sufrimiento; y Él, deseaba saber si ellos estaban dispuestos a seguirle y  acompañarlo en la tarea de abrir los caminos al Reino de Dios. 

Jesús les habla con toda claridad y no les oculta nada; y les pregunta: "¿Quien dice la gente que soy yo?" ellos le respondieron: "Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que uno de los profetas" entonces Él les preguntó: "Y ustedes, ¿Quién dicen que soy yo?" Pedro le respondió: "Tú eres el Mesías". Entonces les ordenó que a nadie hablaran de esto. Mc 8, 27-30.

La actitud que tomó Pedro fue la de increpar a Jesús con severidad por no estar de acuerdo con lo que les decía. Jesús lo lleva aparte y con dureza lo reprende porque aún está actuando como lo hace la gente del mundo que siguen los caminos de satanás. Y le dice: "Aléjate de mi vista Satanás Ponte detrás de mi" Mc 8, 33.

De este diálogo de razones y reproches podemos concluir que el seguimiento a Jesús no es obligatorio para nadie, es una opción libre y voluntaria de una persona. Pero, quien toma esa decisión lo ha de tomar muy en serio y debe estar siempre dispuesto a enfrentar al mundo y a todas las dificultades que se presenten. 

Es por ello, que Jesús pide renunciar a todas las cosas que nos amarran y a liberar nuestros corazones de esas ambiciones que nos sacuden el alma; para así, estar siempre dispuestos a colocar en nuestros hombros la cruz e identificarnos con Jesús. 

Renovemos pues nuestras intenciones y cumplamos como seguidores del Salvador la voluntad de Dios .

Tú, Jesús, que “piensas como Dios, no como los hombres”: reaviva en nosotros tu Espíritu de amor permanente; queremos negarnos a nosotros, superando el egoísmo inhumano; aceptamos el sufrimiento de la propia limitación y de la sociedad insolidaria; deseamos vivir tu proyecto de vida: amor sin límites y sin violencia;  vivir entregando nuestra vida a fondo perdido; perder nuestro egoísmo y resucitar tu amor; tenerte a Ti, como memoria y promesa realizada. Amén.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:26 a.m. | Permalink |


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