"Gusten y vean que bueno es el Señor"...Salmo 33.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Domingo 8 de Agosto del 2021
El amor de Dios como don en favor de la humanidad está presente: una vez más se pone de manifiesto cuál es el proyecto de Dios; no entenderlo, es no aceptar la “clave de entrada” al misterio de la salvación.
El Evangelio de hoy tomado de Jn 6, 41-51, nos presenta a Jesús como la verdadera verdad de la vida que ilumina y enseña como realizar el proyecto salvífico de Dios.
Al leer el texto del Evangelio podemos percibir que después que Jesús realizó la multiplicación de los panes ( milagro que impactó y dejó saciados a más de cinco mil personas), se vio obligado en explicar a la gente sobre lo que había sucedido y les explica que estaba notando que la gente le sigue porque tienen hambre de algo mucho mayor; y que Él, puede ser ese alimento auténtico para calmar esa hambre. Y les dice: "Yo soy el Pan vivo que ha bajado del cielo".
Esta declaración fue causa de controversia entre los Judíos puesto que para ellos sus Palabras eran muy extrañas, y entonces, murmuraban entre sí en su contra. Pero Jesús conociendo sus intenciones, les dice: " No murmuren entre ustedes. Nadie puede venir a mi si no lo trae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré el último día. Los profetas han escrito que todos serán discípulos de Dios. Quien escucha al Padre y aprende vendrá a mi. No es que alguien haya visto al Padre, sino el que está junto al Padre, ése ha visto al Padre. Les aseguro que quien cree tiene vida eterna". Jn 6, 41-50.
Que interesante afirmación que nos toca también a nosotros, porque tenemos que abrirnos a escuchar la voz de Dios y dejarnos conducir por Él hasta encontrarnos con Jesús, para vivir la gran experiencia del encuentro donde en fraterna unión con Él, percibiremos el dejar a un lado ese vivir del pasado y esos ritos religiosos que fueron desarrollados en épocas diferentes a las nuestras.
Estamos hoy invitados a engendrar en nuestro corazón un nuevo modo de vivir que estaría alimentado por la fe y la confianza absoluta en Dios.
“Señor Jesús, deseamos y queremos ser atraído/a por el Padre para descubrir en Ti toda la novedad, toda la plenitud. Realiza en nosotros tu plan de salvación y de vida”.