"Aclamen a Dios nuestra fuerza"...Salmo 80.

Viernes 30 de Julio del 2021

La adhesión que Jesús nos exige es “otra historia”: apertura sincera, búsqueda honesta, disponibilidad a sus propuestas, trabajo en coherencia... y, todo ello, animado y apoyado por Él mismo, por su Espíritu.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 13, 54-58, vemos a Jesús llegar a su tierra Nazaret y se puso a enseñar en la Sinagoga, pero, la actitud que toma su pueblo aunque pareciera que causaba admiración por la sabiduría con que se expresaba, esta termina siendo de un total rechazo. 

Dice el texto del Evangelio que: "Ellos se sentían asombrados y decían: "¿De dónde saca este su saber y sus milagros?, ¿No es este el hijo del carpintero?, ¿No se llama su madre María y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?. Sus hermanas, ¿No viven entre nosotros?, ¿De dónde saca todo eso? Y Jesús les respondió: "A un profeta solo lo desprecian en su patria y en su casa" Mt 13, 54- 57.

Sus amigos, familiares y paisanos no disimulan el desconcierto y su rechazo, porque no creen como ese, de una familia humilde y sencilla le brille tanta sabiduría para comunicar un  mensaje saludable de esperanza y buena nueva del Reino de Dios. 

El Evangelio de hoy nos interpela y pide de nosotros respuestas; y nos invita a fortalecer nuestra conversión con una Fe firme y sólida para cambiar nuestros planes personales cargados de actitudes egoístas; esas que se han sembrado en nuestro  corazones y que están  llenos de  placeres mundanos. 

Si, nos cuesta reconocer muchas veces las virtudes de nuestros hermanos, amigos y vecinos; y entramos fácil a la negación  de lo que de ellos hemos visto y de lo que, en muchas ocasiones, hemos sido testigos; simplemente, porque según nuestros criterios y perjuicios personales, no proceden de las personas que creemos capaces. 

Estas son las raíces de la mezquindad, el egoísmo y la soberbia porque no toleramos que otro nos superen.

La Fe y la Confianza nos ha de poner en movimiento y nos ha de impulsar a cambios de actitudes con compromisos radicales para dar a conocer la verdadera cara de Cristo a los demás.

Que ninguna dificultad frene nuestro amor a Ti, Jesús. Queremos testimoniar tu amor con valentía. ¡Danos la fuerza de tu Espíritu!