"Cantaré al Señor, sublime es su victoria"...Salmo Ex.15.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Martes 20 de Julio del 2021
Jesús, libre de toda atadura, se siente abierto completamente a la nueva realidad, no vinculada a la carne y sangre, sino surgida desde la oferta de Dios y realizada en la acogida abierta al proyecto del Padre Dios.
El Evangelio de hoy tomado de Mt 12, 46-50 nos relata un episodio donde vemos a Jesús ampliar el concepto de lo que representa la madre y los hermanos como una comunidad que acoge a todos libremente por la fe. El toma a la familia como el medio natural para seguir la voluntad de Dios.
Dice el texto del Evangelio que "Estando todavía hablando Jesús a la multitud, su madre y sus hermanos que estaban afuera, deseosos de hablar con Él, uno de los presentes, le dijo: "Mira, tu madre y tus hermanos están a fuera y desean hablar contigo. El respondió:¿Quien es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?; y señalando con la mano a sus discípulos, dijo: "Ahí están mi madre y mis hermanos! Cualquiera que haga la Voluntad de mi Padre del cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre" Mt 12, 46-50.
No podemos olvidar al reflexionar este Evangelio que en la época de Jesús (cultura hebrea) la palabra "hermano" era aplicada para designar un rango extenso de familiares y parientes.
Pues bien, quienes reconocemos a Dios como Padre, por fe, nos identificamos con Jesús que involucra en ese mismo reconocimiento a su madre y a sus hermanos.
Que esas Palabras de Jesús no nos confundan ni tampoco las interpretemos como un desaire a su madre, sino que es un halago de aprecio y consideración por haber sido fiel al cumplimiento de la voluntad de Dios: Formar comunidad.
La nueva familia de Jesús está abierta a la humanidad
entera. Si, es abierta con los que
aceptan un compromiso semejante al suyo y con ellos, estrecha lazos de
intimidad.