"El Señor es Compasivo y Misericordioso"...Salmo 102.

El Evangelio de hoy tomado de Mt 11, 25-27, nos presenta a Jesús en un acto de gratitud con el Padre por todo lo que ha hecho en Él, y también, por haberlo escogido para darlo a conocer a la humanidad. Así, lo exclama: "¡Te alabo, Padre, Señor del cielo y tierra, porque, ocultando estas cosas a los sabios y entendidos, se las diste a conocer a la gente sencilla " Mt 11, 25.

Su oración revela su corazón abierto y lleno de humildad para pedir al Padre, que frente a la ignorancia y la exclusión, brote en las gentes la semilla de la voluntad, para puedan transformarse y hacerse como niños. 

Jesús en sus relaciones con el pueblo ha conocido muy bien  las actitudes y procederes de los que se consideran "importantes " frente al pueblo, pero, observa que entre ellos hay hombres sencillos y abiertos a Dios. De allí, que exprese en su oración: " Estas cosas, se las has dado a conocer a la gente sencilla " 

¿Dónde nos colocamos nosotros? Sería una buena pregunta para nosotros hoy. ¿Será que nos creemos sabios e inteligentes y como tales, nos  negamos muchas veces a aceptar a otros que se acercan a nosotros con sencillez para decirnos que quieren vivir la verdad y que buscan un mensaje de esperanza para encontrar a ese Dios cercano y bondadoso?

Y miren, quienes comprendemos el sentido del Reino de Dios, siempre estaremos abiertos y actuaremos con sencillez de corazón. Estaremos dispuestos a la acción del Espíritu Santo que se hace visible en lo imprevisible.

“Señor Jesús, haznos humildes y sencillos para acoger con amor y confianza lo que nos has revelado sobre Dios y sobre la persona humana”.