jueves, julio 22, 2021

"Mi alma está sedienta de ti, Dios mío "...Salmo 62.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 22 de Julio del 2021

De los signos visibles de la ausencia de Jesús (la tumba vacía), María Magdalena tiene que pasar al encuentro personal, a esa presencia viva. Sólo cuando Jesús mismo la llama por su nombre “¡María!”, es cuando se produce ese encuentro que transforma y pasa a ser testigo del Resucitado: “Anda, vete y diles a mis hermanos...”

Hoy celebra la Iglesia a Santa María Magdalena; una distinguida discípula de Jesús considerada por San Juan Pablo II en 1988 en la carta Mulieris Dignitatem como la "Apóstol  de los Apóstoles". Fue declarada Santa el 10 de junio del 2016 por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 20, 1, 11-18 nos presenta la aparición de Jesús a María Magdalena. 

Dice el texto del Evangelio que "estando aún muy oscuro, llega al sepulcro y observaba que la piedra que tapaba el sepulcro estaba retirada y estando fuera de él, se puso a llorar. Mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro y ve dos ángeles vestidos de blanco sentados: uno a la cabecera y otro a los pies del lugar donde habían puesto el cadáver y le dicen: ¡Mujer! ¿Por qué lloras?. Ella les respondió: "Porque se han llevado a mi Señor y no se donde lo han puesto" y al dar media vuelta ve a Jesús de pie, pero no lo reconoce. Jesús le dice: "¡Mujer! ¿Por qué lloras?, ¿A quién buscas?" Ella creyendo que era el jardinero, le dice: "Señor si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo. Jesús le dice: "¡María! Ella se vuelve y dice en hebreo: Rabbuni, que significa Maestro" Jn 20, 11-16.

Ella, en su oscuridad, toma la decisión de ir al sepulcro para encontrar alivio en aquel que le había robado la  muerte. 

Así, lo vivió María Magdalena desde su búsqueda llena de dolor, hasta su reencuentro con Jesús Resucitado. 

Mirémonos en una situación  similar. Algunas veces sentimos que la vida se nos viene al piso, se desmorona y parece que todo termina. Si, llega a nuestro entorno la muerte, las enfermedades como la pandemia del covid19 que nos ha sumido en una crisis nunca antes vivida, pero de repente nos volvemos a encontrar   con una persona amiga que nos hace revivir y nos lleva a descubrir que el amor es más fuerte que toda derrota. 

Pidámosle al Divino Salvador que nos ayude a reconocerlo Vivo y Resucitado en nuestras situaciones difíciles y dolorosas como también, entre esos hermanos nuestros que nos quieren y desean ayudar. 

Señor, Tú expulsaste siete demonios de María Magdalena y, hoy, ahuyentas de nuestros corazones los miedos y desesperanzas, egoísmos y tristezas. Gracias, Señor, por lo que hiciste con Magdalena y por lo que haces por nosotros.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:29 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>