"El Señor se acuerda de su alianza eternamente "...Salmo 104

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 7, 15-20, Jesús nos pone en guardia sobre los falsos profetas que llaman a vivir la vida de manera fácil y cómoda. Él le dice a sus discípulos: "Cuídense de los falsos profetas que se acercan disfrazados de ovejas y por dentro son lobos rapaces" Mt 7, 15.

Jesús hoy nos previene y nos dice: "Tengan cuidado de los falsos profetas que vienen disfrazados de amigos siendo aves de rapiña... por sus frutos los reconocerán". Ellos, venden ilusiones y espejismos como si fueran realidades y llevan a vivir a quienes le siguen en castillos de arena que se desploman con un soplo de viento. 

Muchos hombres y mujeres vivimos embelesados por las riquezas y el poder; un medio donde solo se valora el que tiene más y se desplaza a quienes no poseen nada.

Hombres y mujeres jóvenes que se constituyen en instrumentos de mercenarios de la fe, buscando fines lucrativos a través de la prostitución, la trata de personas y la drogadicción.  Ellos se aparecen como mansas ovejas que invitan a obtener recursos económicos fáciles y rápidos, a cambio de la venta de sus cuerpos y  viajes como mulas del narcotráfico.

La invitación es a estar prevenidos y a no caer como presas fáciles en esas garras, discerniendo con criterio para poder determinar si son verdaderos profetas que quieren orientar las vidas de otros de acuerdo a las propuestas de Jesús y que ayuden a encontrar la verdadera esperanza con fidelidad. 

No valen las apariencias piadosas para tener delante de si a un verdadero o falso profeta.

Por tanto, revisémonos como estamos viviendo nuestra Fe a la luz de la Palabra y como es nuestro diálogo con Dios.

“Señor, Tú tienes palabras de vida eterna; Tú eres el camino de la felicidad verdadera. Gracias por el don de la fe”.