"Que grande es en medio de ti el Santo de Israel "...Salmo 12.

Lunes 31 de Mayo del 2021

MARIA NOS INVITA A CONTINUAR FORTALECIENDO NUESTRA FE Y CON ELLA, SUPERAR TODOS LOS OBSTACULOS Y ROMPER LAS BARRERAS QUE SE NOS PREENTEN EN LA VIDA.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 1, 39-56 nos presenta el acontecimiento suscitado en María ante la noticia por parte del Ángel Gabriel de que iba a concebir al Hijo de Dios. 

"Ella se levanta y se dirige apresurada a la serranía, a un pueblo de Judea. Entró a la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre; Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó con voz fuerte: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Mira, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura dio un salto de gozo en mi vientre. ¡Dichosa tú que creíste! Porque se cumplirá lo que el Señor te anunció" Lc 1, 39-45.

María sale a visitar a Isabel, una anciana y prima de ella, quien también, como se lo anunció el Ángel estaba embarazada por la gracia del Espíritu Santo. 

María llevaba a su pariente un corazón impregnado del amor a Dios. Un amor, que es un sello indeleble que le transmitió el Espíritu Santo para darle la fuerza que le ayudó a aceptar sin condiciones el Concebir al Hijo de Dios en su vientre.

María e Isabel realizan un encuentro lleno de Fe, Esperanza y Confianza ante las grandes hazañas que Dios estaba en ellas y también con su pueblo.

Hermanos, este Evangelio de hoy nos exhorta a que continuemos luchando sin cesar por alcanzar fortalecer nuestra Fe para así, podamos superar los obstáculos y romper las barreras que nos impiden realizar acciones concretas, como también, para hablar con palabras arrolladoras y cautivantes que lleguen al corazón de los que nos rodean; pues así, podamos engrandecer el Reino de Dios y su Justicia. 

Recordemos que María nos enseña a que seamos humildes, caritativos, generosos y siempre dispuestos a salir y participar en el servicio a los más necesitados. 

“Cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño” (Evangelii gaudium, 288). Papa Francisco.