"La Palabra de Dios hizo el cielo "...Salmo 32.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Jueves 27 de Mayo del 2021
JESUS NOS INVITA A ABANDONAR NUESTRAS SEGURIDADES PARA QUE SEAMOS CAPACES DE ESCUCHARLE, ACOGERLE Y OFRECERLE NUESTRA VIDA EN PLENITUD.
El Evangelio de hoy tomado de Mc 10, 46-52, nos narra que Bartimeo, hijo de Timeo, era un mendigo ciego que estaba sentado a la orilla del camino. Él siente la multitud que aplaude y que grita, y siente que es su oportunidad para su sanación y grita con fuerza: "Jesús, Hijo de David, ten piedad de mi" Mc 10, 46-48.
Miremos el contexto de estos versos: Bartimeo era un mendigo ciego, que vivía a oscuras, por tanto, no sabia como era físicamente Jesús; solo había escuchado hablar de Él y nada más. El no ve, pero si sabe escuchar la voz de los que están a su alrededor. Bartimeo suelta todo lo que lo mantiene inmóvil y se afana en acercarse
a Jesús y le dice: "Maestro, quiero ver" y Jesús le atiende, le quita la ceguera y recobra la vista.
¿Cuántos de nosotros estamos igual que Bartimeo desconociendo a Jesús?
¿No creemos tu y yo que este ha de ser el clima que necesitamos crear como seguidores del Salvador en la Iglesia de hoy?
Que gran ejemplo y lección nos muestra hoy este hermoso Evangelio: Si cambiamos nuestra forma de mirar a Jesús; si leemos sus Palabras poniendo atención a sus mensajes y nos apasionamos por quitarnos de nuestras mentes esas seguridades que nos envuelven y que con gran afán ofrece el mundo; y seguimos esa fuerza que arrastra y que mueve Jesús, todo sería diferente porque reinaría entre nosotros la paz, el amor y la comprensión.
¿Te atreves a quitar de tu corazón todo lo que te encadena y te mantiene estático y ciego?
Señor Jesús, aquí nos encontramos como el ciego del camino que siente tu presencia. QUEREMOS ACERCARNOS A TI y encontrar la plenitud que sólo Tú nos puedes dar.