"Dichoso el que está absuelto de su culpa"..."Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito y en cuyo espíritu no hay engaño"...Salmo 31
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Viernes 12 de Febrero del 2021
ABRETE AL MUNDO, ROMPE TU SILENCIO ACEPTA A JESUS Y CONFIA EN EL. EL TE DARA LA LIBERACION.
El Evangelio de hoy tomado de Mc 7, 31-37, nos narra el Milagro de la curación de hombre sordomudo que era extranjero, es decir, pagano; pues era de la región de Decápolis.
Jesús por toda esa región iba haciendo conocer su propuesta de liberación y de una vida abundante buscando que ésta, fuese llegando al corazón de los que se sentían afligidos y hasta vencidos por las fuerzas de las normas y leyes a que eran sometidos.
Muchos enfermos y desvalidos les llevaron; y Él, que sabía que quienes les traían a los enfermos, eran personas que habían venido siguiéndole y que estaban muy atentos a sus Palabras, le estaban dando muestras que habían creído en Él y que, por medio de esa Fe firme, le buscaban y querían que muchos también le reconocieran como el Salvador.
Miremos: Jesús era abierto y manifestaba a todos por igual su Amor incondicional, pero, colocaba su atención a los que vivían excluidos o apartados de la sociedad. A ellos, les llamaba: Sus preferidos.
Estos por su condición de hombres enfermos por sus pecados, vivían incomunicados del mundo que les rodeaba, es decir, estaban llenos de oscuridad.
Y en verdad, cuando uno se encuentra agobiado de las dificultades y de las tristezas nos encerramos en si mismo y nos enmudecemos.
Para poder vivir la tan preciada libertad, necesitamos que alguien se nos acerque y nos ayude. Que se atreva a decirnos ABRETE AL MUNDO, rompe tú silencio y manifiesta tus sentimientos que te encierran como si estuvieses encarcelado.
Y ese es Jesús. Él, nos ABRE a la vida y a la fe; y por tanto, a vivir el encuentro con los demás. A reconocer nuestras fragilidades y a que nos soltemos a construir relaciones fraternas con nuestros hermanos que nos rodean.
Si. Jesús es la fuente principal para lograr la liberación; por ello hoy, les invito a que juntos le oremos diciéndole:
Señor, regálanos la gracia de escucharte y de estar atentos a lo que nos habla para así, poder entender y comprender que es lo que nos pides. Tú nos lo dices con mucha frecuencia: "Ve y dile a todos que los ciegos ven, los sordos oyen, que ya ha llegado la liberación a los que se sienten cautivos y enfermos". Ayúdanos a curar esas malas acciones que nos están apartando de ser verdaderos testigos de tu Amor.
ANUNCIEMOS CON LA FUERZA DEL SPIRITU SANTO A TODOS QUE JESUS ES LA FUENTE DE NUESTRA LIBERACION. TENGAMOS FE CONFIANZA EN EL.