jueves, diciembre 03, 2020

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 3 de Diciembre del 2020

JESUS NOS INVITA A QUE NO SEAMOS MEDIAS AGUAS, SINO QUE TENGAMOS LA ABSOLUTA CONFIANZA EN EL Y COLOQUEMOS EN SUS MANOS LA VIDA.

"Bendito el que viene en nombre del Señor"..."Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su Misericordia. Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse en los hombres, mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes"...Salmo 117.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 21, 24-27, Jesús nos enseña que nuestra vida ha de estar construida sobre roca firme  para que así, pueda resistir todos embates de la vida y ello lo logramos, siendo coherentes entre la fe que se profesa y la vida que construimos.

Él nos dice hoy en el Evangelio: " No todo el que me diga: ¡Señor, Señor!, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre del cielo" Mt 21, 24.

Él nos pide a ti y a mi a que no seamos medias aguas es decir, que no andemos por la vida sin una posición definida o concreta.

Si. Muchos de nosotros vivimos preocupados por los problemas, las enfermedades, las ilusiones,  etc. Y estamos pendientes de las opiniones que los demás tienen de nosotros y optamos por no movernos y quedar estáticos en lo que somos y tenemos para que lo seamos centro de las críticas. 

Sentimos miedo a que otros piensen y hablen mal de nosotros

Jesús hoy nos sale al frente y nos invita a tener absoluta confianza en Él y a no tener miedo. Él quiere que nos coloquemos en sus manos y como buen Ingeniero Constructor nos ayude a levantar nuestra casa (la vida) sobre su Roca. 

Él nos pide hoy también,  que pasemos de la Palabras a las Obras porque no basta con decir que confiamos en el Señor y recorremos un camino diferente.

Cuando confiamos en Dios, se vive la alegría, la esperanza y la felicidad. Nos sentimos seguros de que a través del amor, del perdón y de la justicia lograremos experimentar una vida firme y abundante

Si confiamos en apoyar nuestra vida en la Palabra de Dios, nuestras vidas serán   inconmovibles y ninguna lluvia, torrentes y vientos, la irán a sacudir

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a cultivar una voluntad firme frente a las circunstancias fuertes que nos tocan la vida y a que nos haga firmes en el  cumplimiento de la voluntad de Dios. 

PORTAMOS EN EL CORAZON LA ESPERANZA DE UNA NUEVA VIDA, QUE ES CRISTO. NO NOS DE MIEDO DE COMPARTIRLA CON LOS OTROS.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:40 a.m. | Permalink |


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