REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Martes 1 de Diciembre del 2020
JESUS NOS ENSEÑA QUE DIOS ES UN DIOS HUMILDE, SENCILLO Y CERCANO.
"Que en sus días florezca la justicia, y La Paz abunde eternamente "..."Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud "...Salmo 71.
El Evangelio de hoy tomado de Lc 10, 21-24, nos presenta a Jesús en una profunda oración de agradecimiento al Padre Dios por el éxito que alcanzaron los setenta y dos (72) que Él envió delante de Él a todas las ciudades y lugares a donde debería ir a fin de que fuesen preparando el camino y su hospedaje (Lc 10, 1-12); y cuando regresan, le comparten su experiencia misionera.
La alegría se hace manifiesta no solo en Jesús, sino también en sus amigos; y hoy nos permite ver cuán importantes es la actitud del agradecimiento.
Jesús le agradece al Padre con la fuerza jubilosa del Espíritu Santo, y le dice: " ¡Te alabo, Padre, Señor de cielo y tierra, porque, ocultando estas cosas a los sabios y entendidos, se las diste a conocer a la gente sencilla! Si, Padre, esa a sido tú elección". Lc 10, 21
Como lo palpamos en este gesto maravilloso de Jesús, que Dios es un Dios Humilde y cercano y por esa razón, todos los hombres estamos invitados a reconocer que hemos sido dichosos de tener un Padre así, que no deja un solo instante de vernos y guiarnos a todos los lugares y en medio de todas las circunstancias de la vida.
Jesús sienta un presente cuando dice: que " su Padre ha ocultado estas cosas a los sabios y entendidos", porque esto se palpa fácilmente en nuestras sociedades, no solo en ese ayer, sino en el hoy.
Si esos señores, que se consideran líderes, sabios y entendidos se creen llenos de si y conocedores de todo, puesto que están cargados de su propia presunción y no le dan espacio a Dios.
Los setenta y dos (72) demostraron a Jesús que viven la solidaridad, la sencillez y la paz experiencia que hemos de asumir todos los que seguimos a Jesús, ya que en ello se demuestra la encarnación de los valores evangélicos en nuestras vidas y que somos capaces de transmitirlos a los demás.
Este Evangelio de hoy nos invita a Ver con esperanza activa, vigilante y comprometida y no a quedarnos inmóviles y esperando acomodados en nuestras seguridades.
Navidad es un tiempo especial donde debemos dar amnistía a la mentira y donde nuestros corazones se rejuvenecen para descubrir cuán amados somos por Dios.