Domingo, 6 de Diciembre 2020

ESTAMOS INVITADOS A DARLE SENTIDO A LA VIDA Y HA CONSTRUIR NUESTRO NUEVO CAMINO.

Muéstranos, Señor, tu Misericordia y danos tu salvación "..."Voy a escuchar lo que dice el Señor: "Dios anuncia La Paz a su pueblo y a sus amigos". La salvación está cerca de los que le temen, y la gloria habitará en nuestra tierra".. Salmo 84.

Hoy celebramos el segundo domingo de Adviento y durante la semana que viene, estamos todos invitados a descubrir en la figura de Juan el Bautista, el valor de lo que significa experimentar un desierto o un retiro.

Y es que un desierto o un retiro nos lleva a vivir la experiencia de las dificultades o crisis que pasamos o vivimos. Es decir, tomar esta experiencia, como el momento oportuno para cambiar el rumbo de nuestras vidas para así, vivir la plenitud del Amor manifestado en nuestro Padre Dios. 

El Evangelio que hoy nos señala la Iglesia está tomado de Mc 1, 1-8 y como lo muestra en su inicio, hace referencia al inicio de anuncio de la Buena Noticia de Jesús, el Hijo Unigénito de Dios.

Con este hecho que se nos narra, nos muestra con gran claridad que con Jesús se da inicio a algo nuevo e inconfundible: "El Tiempo que Dios había prometido, se ha Cumplido".

Jesús es el Hijo de Dios, el Mesías esperado pero no ese liberador del pueblo como lo querían los judíos, un libertador que estaría dotado de todo poder y gloria. Antes por el contrario: Un Hijo de Dios profundamente humano

Así lo narra el Evangelio de hoy: "Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino. Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos" Mc 1, 2-3.

Al hablar del camino, es pensar que este se refiere a nuestra vida porque en ella, cada día caminamos y dejamos huellas. Y, para caminar, se hace necesario levantar la mirada y tomar conciencia por donde debemos transitar para lograr llegar al lugar que queremos.

Por eso en esta segunda semana de Adviento, estamos invitados a ordenar nuestras vidas y darle el verdadero sentido. A dejarnos encontrar con este Evangelio de hoy (Mc  1, 1-8) donde Juan el Bautista nos invita a hacer un alto en el día a día para meditar, reflexionar lo que hemos venido construyendo y ya con toda esa claridad, orar al Espíritu Santo que nos ayude a corregir y enderezar  nuestras vidas

Tu y yo estamos pues invitados a renunciar al pasado y con valor y profunda decisión llenar el corazón de un espíritu nuevo y recargado de esperanza. 

ANUNCIEMOS A JESUCRISTO RESUCITADO EN TODOS LOS LUGARES Y UTILIZANDO LOS MEDIOS DE COMUNICACION QUE NUESTRO AMOR POR EL, NOS INSPIRE. NO TENGAMOS MIEDO. SE MULTIPLICADOR DE ESTAS ENSEÑANZAS ENTRE LOS AMIGOS Y FAMILIARES.