REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Domingo 4 de Octubre del 2020
JESUS NOS ENSEÑA LA GRANDEZA DEL AMOR DE DIOS Y NOS DICE QUE EL ES LA PIEDRA ANGULAR DONDE HAN DE ESTAR CONSTRUIDAS NUESTRAS VIDAS.
"La Viña del Señor es la casa de Israel "..."Sacaste una vid de Egipto, expulsaste a los gentiles, y la transplantaste. Extendió sus sarmientos hasta el mar, y sus brotes hasta el Gran Rio"...Salmo 79.
El Evangelio de hoy tomado de Mt 21, 33-43, Jesús nos presenta una nueva parábola: La de los viñadores homicidas y con ella, nos quiere hacer notar, esa gran polémica que se fue suscitando entre los sumos sacerdotes, ancianos y demás dirigentes o miembros de la autoridad en el pueblo judío alrededor de Él, desde que dio inició a su vida pública en Galilea.
Ellos, rechazaban a Jesús, porque era, según ellos, un rebelde revolucionario, que estaba sofocando al pueblo a la infidelidad de sus Leyes y Mandatos.
Jesús al plantearles esta parábola los deja sorprendidos por la forma como desarrolla ese episodio: "El dueño del campo plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar, edificó una torre y por último la arrendó a unos viñadores para que la trabajaran y se fue" Mt 21, 33.
Lo insólito de ella, es que, el dueño envío a sus sirvientes para que recogieran el fruto que le correspondía de la cosecha, pero, los viñadores los mataron.
El dueño de la viña es Dios y Jesús, nos quiere hacer caer en cuenta la grandeza del Amor de Dios para con la humanidad.
Dios- Padre envió a su propio Hijo a manifestar a los hombres ese Amor incondicional y para darnos Libertad; pero, los hombres, nos dejamos arrastrar fácilmente por la decidida y la perversión y creemos sentirnos fuertes y autónomos ante Dios.
Nos creemos poderosos y capaces y por lo tanto, "No Necesitamos de Dios" y cuando alguien llega a hablar cosas diferentes a nuestras creencias y convicciones, los maltratamos de Palabras y hasta los asesinamos.
Jesús, le contaba a esos judíos, su propia historia y ellos, por sus egoísmos desenfrenados no fueron capaces de transformar sus vidas ni mucho menos sus codiciadas seguridades, y no le escucharon de corazón.
Jesús les dijo al final: " ¿ No han leído nunca en las Escrituras: La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular; es el Señor quien lo ha hecho y nos parece un milagro? Por eso les digo que a ustedes les quitarán el Reino de Dios y se lo darán a un pueblo que produzca sus frutos" Mt 21, 42-43.
Los viñadores podemos ser hoy nosotros. Dios nos ha regalado muchos dones y carismas con todo su amor y quizás, no hemos respondido a sus expectativas.
Hoy, este Evangelio, nos debe ayudar a reflexionar a cerca de la calidad de nuestros frutos y si esa planta que es nuestra vida, la hemos cuidado y alimentado de los mejores abonos.
Cristo es y ha de ser, la piedra angular en nuestras vidas.