lunes, septiembre 28, 2020

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 28 de Septiembre del 2020

JESUS NOS INVITA A SER SENCILLOS Y HUMILDES DE CORAZON PARA ASI ALCANZAR EL REINO DE LOS CIELOS.


 " Inclina el oído y escucha mis palabras "..." Señor, escucha mi apelación, atiende a mis clamores, presta oído a mis súplicas, que en mis labios no hay engaño"..
.Salmo 16.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 9, 46-50, vemos qué entre los discípulos de Jesús se había suscitado una discusión sobre quien entre ellos, sería el más importante .

Quizás Judas Iscariote pensaba que él, como el que tenía el manejo del dinero tendía la mejor opción. Juan, por ser un buen proclamador del amor, sería el otro opcionado. Pedro, por ser un hombre fuerte de palabras, diría, aquí quien manda soy yo; y así, cada uno de acuerdo a sus habilidades y dones, pensaba que podría ser el más importante. 

Pero Jesús al verlos discutir, con gran sabiduría, llama a un niño y lo acoge en sus brazos y le sienta en sus piernas demostrándoles que el más grande y más importante no ha de tener esas cualidades humanas que ellos pensaban, sino, la sencillez de corazón  y el aceptarse tal como es.

Jesús nos enseña con la acogida del niño en sus brazos y sentado en sus piernas, que "Quien recibe a un niño en su nombre, a Él le recibe; y quien le recibe, recibe al que le envió" y termina diciéndoles: " El más pequeño de todos entre ustedes, ése es el mayor " Lc 9, 48.

En nuestra vida social y comunitaria podemos percibir las rivalidades por el querer obtener las mejores posiciones y los mejores resultados; queremos lograr ser reconocidos como los más inteligentes y con ello, que nos aplaudan, nos tengan en cuenta en la promoción de los cargos y obtengamos los prestigios entre los demás. Entre otras cosas, queremos mostrar nuestra fachada.

Jesús nos enseña hoy que es necesario aterrizar es decir, mostrar lo que realmente somos, nuestra vida con sus historias para iluminar con ella tantas zonas oscuras y así, ayudar a otros a que también hagan lo mismo, que mostremos nuestra alegría  y nuestra sencillez como la de un niño para acoger gozosamente la Voluntad de Dios.

Él nos enseña hoy a dejar a un lado nuestras cegueras y a que comprendamos que la humildad y la sencillez son el mejor ejemplo y camino para mover montañas

Les invito a encarnar las actitudes de los niños como hoy Jesús nos lo enseña en este Evangelio de San Lucas. 

JESUS NOS LLAMA A SER PESCVADOR DE HOMBRES LLEVANDO EN TU CORAZON EL MENSAJE DE LA ESPERANZA EN LA VIDA NUEVA Y ABUNDANTE. NO TENGAS MIEDO, EL ESTARA CON NOSOTROS TODOS LOS DIAS HASTA EL FINAL DE LOS TIEMPOS.

 
posted by Laureano García Muentes at 6:31 a.m. | Permalink |


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