REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Viernes 1 de Mayo del 2020
"JESÚS PRESENCIA VIVA, EN LA SAGRADA EUCARISTÍA"
"ID al mundo entero y proclamad el Evangelio " ." Alabad al Señor todas las naciones, aclamado todos los pueblos".
Firme es su Misericordia con nosotros, su fidelidad dura para siempre"...Salmo 116.
Hoy el Evangelio de Jn 6, 52-59 nos presenta el estado de desconcierto que mostraban los Judíos a causa de esa afirmación que Jesús les estaba haciendo y discutían entre sí, diciendo: " *"¿Como puede este señor danos de comer su carne?" Jn 6, 52.
Jesús que les escuchaba en el murmullo les dijo: " En verdad, en verdad os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitar el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida" Jn 6, 53-55.
Hoy Jesús se identifica con El Pan que se parte y se comparte en la mesa y Él, lo convierte en un signo del sacrificio al que se entrega sin condiciones por toda la humanidad.
Recordamos entonces con este Evangelio, lo que sucedió el Jueves Santo cuando Jesús reúne a sus discípulos en torno a la mesa, para compartir con ellos, la Última Cena.
En ese episodio, Él le pidió a sus discípulos el poner en práctica su mandamiento: QUE ES LA EUCARISTÍA, llamada también, como EL SACRAMENTO DE NUESTRA FE.
Por nuestra FE en el PAN y en el VINO que se consagran está Verdaderamente la presencia de Jesucristo en CUERPO, SANGRE, ALMA Y DIVINIDAD y al recibir ese PAN y ese VINO nos comprometemos a CAMINAR JUNTO A ÉL poniendo en práctica su mandamiento: "Como yo os he amado, amaos también los unos a los otros" ; " Quien come mi carne y bebe mi sangre permanece en mi y yo en él" Jn 6, 56.
Jesús con este Signo de la Eucaristía, quiere que todos podamos convertirnos en Uno con Él.
Hoy con este Evangelio podemos afirmar que se nos abren las puertas; y también se nos da la posibilidad de encender esa Luz que nos llena de la Esperanza para iluminar el nuevo camino.
Ya los dolores, las desesperanzas, las tinieblas y frustraciones han quedado atrás, han sido vencidas con el PAN y la SANGRE de Jesús. Con Él como el Centro de nuestras vidas, podremos saciar el hambre de la felicidad que por mucho tiempo hemos venido buscando.
Vamos a Pedirle hoy al Señor que en este corto peregrinar de nuestras vidas y ante las sombras que nos amenazan, Él nos conceda el privilegio de mantener siempre encendiendo la antorcha de la FE.
Les invito a que multipliquemos la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.