REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Miércoles 8 de Abril del 2020
"JESÚS NOS INVITA A CONSTRUIR UN MUNDO NUEVO DONDE SE EXTIRPE LA VIOLENCIA Y RENAZCA LA CONFIANZA ABSOLUTA EN DIOS."
"Señor, que me escuche tu gran bondad el día de tu favor"
Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias. Miradlo, los humildes, y alegraos; buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos.
Salmo 66.
El Evangelio de hoy es tomado de Mt 26, 14-25. Y en el, está personificada la traición y es Judas Iscariote quien, tocado por Satanás destruye la confianza entre el Hijo de Dios y el hombre.
Jesús al celebrar la última cena pone de presente el compartir fraterno donde reina la confianza y en base a ella, Él, les confiesa íntimamente lo que iba a vivir allí, por parte de uno de los que Él creía confiar: la traición así, lo expresó mientras comían: " Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar" Mt 26, 21.
Ante esa afirmación desprevenida para los discípulos, viene el desconcierto y se preguntan unos a otros, quien será el traidor.
Judas anciado y envuelto en la avaricia, portando la bolsa que contenía el pago de la traición; sarcásticamente y creyendo engañar a los presentes, levanta la mano y le pregunta a Jesús: "¿Soy yo acaso, Maestro?" y Él le responde: "Tú lo has dicho" Mt 26, 25.
El dios del dinero es el demonio de la avaricia y de la codicia en los cuales los hombres somos capaces de arrodillarnos.
Judas Iscariote demostró como aún no había podido superar a la lógica del dinero; y quizás, con esos pensamientos de sacar provecho a lo que Jesús hacia, fue siguiendo al Maestro hasta que vio la oportunidad de obtener provecho económico al venderlo a los sacerdotes e ir a favor de los miembros del sanedrín que querían apresar y dar muerte al impostor.
Nunca aceptó en su corazón las propuestas que su Maestro hacia.
Con esa traición Judas Iscariote rompe la confianza con el Maestro y crea la decepción. Ya no valen esos momentos alegres que se comparten, esas cenas fraternas que celebraron, ni mucho menos, esas expresiones de amor que se cruzaron mutuamente. La tradición acaba con todo
Judas es hoy el símbolo de la humanidad que vive ansiada del poder y del tener; en esa lógica se acrecienta el odio, el egoísmo, la vanidad que conlleva a la muerte y la violencia desenfrenada.
Hoy, este Evangelio nos invita a construir un mundo nuevo donde se extirpe la violencia y se recupere la confianza de los unos con los otros y principalmente con el Padre Dios.
No sigamos vendiendo a nuestros amigos y familiares por intereses corruptos, ilegítimos, fraudulentos y falsos; y busquemos construir con confianza y amor, una vida fraterna y abundante para la humanidad.
Les invito a que multipliquemos la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.