REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Domingo 13 de Octubre del 2019
"ESTAR SIEMPRE AGRADECIDOS POR LA BONDAD Y LA MISERICORDIA DE DIOS"
Señor, concédenos hoy y siempre la gracia de reconocernos en los necesitados de tu compasión amorosa. Que aprendamos de ti la humanidad para la acogida y la sencillez para transmitirles a todos tu amor.
"¿No recobraron la salud los diez?, ¿Ninguno volvió a dar gloria a Dios, sino este extranjero?" Lc 17. 17-18.
El Evangelio de hoy tomado de Lc 17. 11-19 nos relata un hecho de mucha significación para la humanidad: Descubrir en medio de todas las dificultades y circunstancias de la vida, la bondad generosa de Dios; quien a pesar de nuestros "impedimentos", siempre está dispuesto a la acogida Misericordiosa
El texto del Evangelio de hoy nos presenta diez (10) leprosos. Personas que de acuerdo a las leyes judías eran apartadas porque contaminaban con sus pecados a los demás. Ellos consideraban esa enfermedad como una maldición y un castigo de Dios.
Ellos al ver caminar a Jesús y acercarse a la entrada del pueblo salieron a su encuentro pidiéndole Misericordia.
Al verlo sintieron la presencia de Dios que Sana y Salva y haciéndole frente como grandes guerreros, se le acercaron pidiéndole en forma de oración que les sanara.
Él, al verlos, sintió Compasión, se conmovió y les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes" y mientras iban caminando quedaron sanos" Lc 17.14
Hay en este hecho dos (2) aspectos significativos: La presentación de los liciados enfermos, los que estaban despreciados por las leyes y la sociedad ante las Autoridades (Sumos sacerdotes) para testimoniar su sanación ; y ese hombre Samaritano que toma conciencia de la obra realizada por ese hombre bueno y Misericordioso y al devolverse toma la actitud de agradecer a Jesús, su Salvación.
De los nueve (9) no se sabe si alcanzaron reconocer en Jesús esa fuerza de salvación que entre otras cosas, es la fuerza más grande que puede alcanzar una persona después de experimentar su sanación material.
Vemos también en el Evangelio Un reconocimiento a la obra sanadora de Jesús. El Samaritano, un hombre no aceptado por los judíos, se devuelve y como lo hizo María hace unos días en los Evangelios que reflexionamos de este mismo Evangelista, se postra a sus pies, rostro en tierra, para agradecerle su obra y darle las gracias. Lc 17.16.
Jesús reconoce la Fe no solo de ese Samaritano, sino la nuestra; por ello, hoy por hoy debemos ser agradecidos cada día con Dios y tener siempre actitudes de criaturas libres de toda atadura que el pecado y las leyes nos impongan; y llenos de gracias, seamos capaces de devolvernos y postrarnos a los pies del Salvador para decirle: Señor, aquí estoy para hacer tu Voluntad.
Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a aumentar nuestra Fe y a tener actitudes como el Samaritano que fue transformado en hombre libre y salvo.
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Te invito a que multipliques la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.
posted by Laureano García Muentes at 7:44 a.m.